Descubren que el tabaquismo pasivo durante la infancia deja huella en el ADN de los niños

Bienestar
/ 12 febrero 2025

Un nuevo estudio revela que el tabaquismo pasivo durante la infancia deja huella en el ADN de niños y niñas, lo que contribuye a explicar los efectos adversos sobre la salud

BARCELONA- Según revela un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en España, que ha sido publicado en la revista Environment International.

Los niños y niñas que están expuestos al humo del tabaco en sus casas “son más propensos a mostrar determinados cambios en el epigenoma, los cuales pueden alterar la manera en que los genes se expresan”, explica el Instituto de Salud Global de Barcelona.

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Siendo así, prosigue el ISGlobal, que “estas alteraciones epigenéticas” podrían incidir que en el futuro se desarrollo de enfermedades.

Esta es la conclusión principal a la que llegaron los autores de la investigación “Association of exposure to second-hand smoke during childhood with blood DNA methylation” publicada en la revista Environment International, por lo que los investigadores hacen hincapié en la necesidad de disminuir la exposición al tabaquismo pasivo, esencialmente en entornos donde hay niños.

Los investigadores del estudio resaltan en sus conclusiones la necesidad de reducir la exposición al tabaquismo pasivo, especialmente en entornos infantiles.

$!Los investigadores del estudio resaltan en sus conclusiones la necesidad de reducir la exposición al tabaquismo pasivo, especialmente en entornos infantiles.

Nuestro ADN funciona como un libro de instrucciones para el cuerpo. Sin cambiar el contenido del “libro” (es decir, la secuencia génica), el humo del tabaco puede añadir “marcas” en ciertas páginas, afectando la manera en la que se leen esas instrucciones. Una de estas marcas, la metilación del ADN, es uno de los principales mecanismos epigenéticos, y permite activar o inactivar la expresión de los genes”, detalla el Instituto de Salud Global de Barcelona.

En este sentido,los autores advierten de que “la exposición posnatal al humo del tabaco altera la metilación del ADN, lo que podría contribuir a explicar los efectos adversos sobre la salud”.

LA HUELLA DEL HUMO DEL CIGARRO EN EL ADN DE LOS NIÑOS

No obstante, precisa el ISGlobal, se tiene conocimiento desde hace los efectos del tabaquismo materno durante el embarazo tienen efectos en el epigenoma, este nuevo estudio es de las primeros en demostrar cómo la exposición pasiva al humo del tabaco en la infancia también es posible que tenga un efecto.

Para la realización de esta nueva investigación se tomaron en cuenta los datos de 2,695 niños y niñas de los siguientes ocho países europeos; España, Francia, Grecia, Lituania, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y Suecia. Los y las personas que participaron en el estudio tenían entre 7 y 10 años de edad y “eran voluntarios/as de seis cohortes del Consorcio sobre Epigenética en el Embarazo y la Infancia (PACE, por sus siglas en inglés)”.

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A partir de muestras de sangre las personas involucradas en esta nueva investigación, los científicos analizaron “el nivel de metilación en sitios concretos del ADN a lo largo del genoma, y lo asoció con el número de personas fumadoras en el hogar (0, 1, o 2 o más)”, señala el Instituto de Salud Global de Barcelona.

Una vez habiendo hecho este análisis de las muestras, el ISGlobal precisa que “se identificaron cambios en la metilación del ADN en 11 regiones (llamadas CpGs) asociadas a la exposición al tabaquismo pasivo, y prosigue explicando que “la mayoría de estas regiones también se habían relacionado en estudios previos con la exposición directa al tabaco en personas fumadoras activas o durante la gestación. Además, seis de ellas se asocian a enfermedades como el asma o el cáncer, para las que el tabaco supone un factor de riesgo”.

En opinión de Marta Cosin-Tomàs, quien es investigadora de ISGlobal y además primera autora del estudio, “nuestro estudio muestra que el tabaquismo pasivo durante la infancia deja huella a nivel molecular, pudiendo modificar la expresión de genes que influyen en la susceptibilidad a enfermedades en la edad adulta”, .

De este modo, si entendemos que el “ADN funciona como un “libro de instrucciones” para el cuerpo, y sin cambiar el contenido del “libro” (es decir, la secuencia génica), el humo del tabaco puede añadir “marcas” en ciertas páginas”, explica la Agencia de Noticias EFE.

Por lo tanto, continúa EFE, estas “marcas” son capaces de afectar la forma en la que se “leen estas instrucciones”, siendo una de estas “marcas”,” la metilación del ADN, es uno de los principales mecanismos epigenéticos que activan o desactivan la expresión de los genes”, concluye EFE.

$!“El tabaquismo pasivo en la infancia resulta en cambios epigenéticos similares a los observados con la exposición intrauterina al tabaco o el consumo activo”.

Cosin-Tomàs, explica que de este modo es que “el tabaquismo pasivo durante la infancia deja huella a nivel molecular, pudiendo modificar la expresión de genes que influyen en la susceptibilidad a enfermedades en la edad adulta”.

ESTE ES UN PROBLEMA A NIVEL MUNDIAL

Si bien, actualmente hay una creciente regulación en cuanto al consumo de tabaco en espacios públicos, los hogares continúan siendo “una de las principales fuentes de exposición al humo del tabaco para los niños y niñas”, afirma el Instituto de Salud Global de Barcelona.

En 2004, se calculo que “el 40% de los niños y niñas en todo el mundo estaba expuesto al tabaquismo pasivo”, resalta el ISGlobal; por lo que “la exposición infantil a este contaminante” no solo deriva en que se eleve el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias y cardiovasculares, sino que asimismo puede incidir en el desarrollo neurológico y la función inmunitaria.

Para Mariona Bustamante, quien también es investigadora de ISGlobal y autora sénior de este nuevo estudio “los resultados obtenidos sugieren que el tabaquismo pasivo en la infancia resulta en cambios epigenéticos similares a los observados con la exposición intrauterina al tabaco o el consumo activo. Esto subraya la urgencia de implementar medidas integrales para reducir la exposición infantil al humo del tabaco, tanto en el hogar como en otros espacios cerrados”.

Cosin-Tomàs, explica que “no se trata de apelar a la responsabilidad individual de las familias” porque “la exposición al tabaco es un problema de salud pública y esconde una cuestión de desigualdad social”, concluyendo que además los ”factores socioeconómicos y ambientales, junto con la persistente influencia de poderosos intereses comerciales, dificultan la reducción de la exposición al humo del tabaco en ciertos hogares”.

Con información de la Agencia de Noticias EFE y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).

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