¿Sabías que el sistema inmunitario de los bebés supera al de los adultos en la lucha contra algunas infecciones?
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Según un estudio, el sistema inmunitario de un recién nacidos no es una versión inmadura del de los adultos, como se pensaba, debido a que sus glóbulos blancos superan a los de los adultos en la lucha contra algunas infecciones
NUEVA YORK- Estos hallazgos que se publicó en la revista Science Inmunology el pasado 23 de febrero, ayudan a esclarecer por qué los adultos y los lactantes responden de manera distinta a las infecciones y abren el camino para controlar el comportamiento de las células T con fines terapéuticos.
Durante mucho tiempo tenía la creencia de que “el sistema inmunológico de un recién nacido era una versión inmadura del de un adulto”, señala en su sitio web la Cornell University; Ahora, los investigadores demuestran que los bebes utilizan sus células T (glóbulos blancos) de forma distinta de como lo hacen los adultos. “Estos resultados ayudan a aclarar por qué los adultos y los bebés responden de manera diferente a las infecciones y allanan el camino para controlar el comportamiento de las células T con fines terapéuticos”, precisa la universidad.
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Por otra parte, las células T adultas superan a las recién nacidos en cuanto a las tareas como es el reconocimiento de antígenos, así como en la formación de memoria inmunológica y la respuesta a infecciones repetidas, con lo que se llegó a creer que las de los infantiles eran solo una versión más débil de aquellas.
Un equipo de investigadores que fue liderado por la Universidad de Cornell en Nueva York, detalla su descubrimiento en un estudio que fue realizado con ratones y observaciones que fueron corroboradas por datos fetales, neonatales y de humanos adultos.
SISTEMA INMUNOLÓGICO Y CÉLULAS T
”El sistema inmunológico casi siempre se ve desde la perspectiva de un adulto”, precisa el Dr. Brian Rudd, profesor asociado del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Medicina Veterinaria, que participó en este nuevo estudio.
Así mismo, Ruud detalla en el artículo “Tiny but mighty: babies use their immune system differently but efficiently”, publicado en el sitio web de la Univerdiad, que los investigadores con frecuencia “comparan el desempeño de las células T neonatales y adultas con funciones que las células inmunes adultas realizan muy bien. Por ejemplo, las células T adultas superan a las células T recién nacidas en tareas como reconocer antígenos, formar memoria inmunológica y responder a infecciones repetidas, lo que ha llevado a la creencia de que las células T de los bebés eran simplemente una versión más débil de las adultas”.
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No obstante, prosigue Rudd, los científicos comienzan a considerar que “las células inmunes en las primeras etapas de la vida se comportan de manera completamente diferente a las de la edad adulta. En la reciente pandemia, la aparente falta de enfermedades en los bebés fue una verdadera sorpresa para muchos, poniendo en duda la creencia de larga data de que el sistema inmunológico infantil es simplemente una versión inmadura del adulto”.
En este sentido, motivados por comprender estas diferencias en relación con la edad, Rudd y y Andrew Grimson, profesor del Departamento de Biología Molecular y Genética de la Facultad de Artes y Ciencias, encontraron “que las células T recién nacidas no son deficientes: en cambio, están involucradas en una parte del sistema inmunológico que no requiere reconocimiento de antígenos. Mientras que las células T adultas utilizan la inmunidad adaptativa (reconociendo gérmenes específicos para luego combatirlos), las células T recién nacidas se activan mediante proteínas asociadas con la inmunidad innata (la parte del sistema inmunológico que ofrece una protección rápida pero no específica contra microbios que el cuerpo nunca ha encontrado)”, precisa el artíticulo publicado en la Cornell University.
En opinión de Ruud, ”nuestro artículo demuestra que las células T neonatales no están alteradas, simplemente son diferentes de las células T adultas y estas diferencias probablemente reflejan el tipo de funciones que son más útiles para el huésped en distintas etapas de la vida”.
CÉLULAS T Y RECIEN NACIDOS
Es gracias a esta capacidad de las células T neonatales de invervenir en el “innato del sistema inmunológico” lo que posibilita que las células T del recién nacido realicen “algo que la mayoría de las células T adultas no pueden: responder durante las primeras etapas de una infección y defenderse contra una amplia variedad de bacterias, parásitos y bacterias desconocidos. virus”, se explica en el artículo publicado en el sitio web de la universidad.
“Sabemos que las células T neonatales no protegen tan bien como las células T adultas contra infecciones repetidas por el mismo patógeno. Pero las células T neonatales en realidad tienen una capacidad mejorada para proteger al huésped contra las primeras etapas de una infección inicial”, explica Rudd y continúa detallando que “por lo tanto, no es posible decir que las células T adultas sean mejores que las células T neonatales o que las células T neonatales sean mejores que las células T adultas. Simplemente tienen funciones diferentes”.
Así también, de acuerdo con la Universidad, el equipo de investigadores encontró “que estas células T neonatales innatas persisten hasta la edad adulta tanto en ratones como en humanos y desempeñan funciones únicas durante la infección”. Por lo que el equipo de científicos que realizó este estudio, considera que “en los adultos, estas células T neonatales pueden responder a la inflamación que se produce durante una infección, en el cáncer y en las enfermedades autoinmunes”.
Además, Rudd y sus colaboradores lograron descubrir cuáles son los mecanismos moleculares que posibiltan a las células T poder responder a la inflamación, así como poder cambiar entre funciones innatas y adaptativas. ”Ahora conocemos los programas epigenéticos y transcripcionales clave que distinguen las células T neonatales de las células T adultas a nivel de células individuales”, afirma Rudd.
“Este conocimiento es esencial para desarrollar aplicaciones médicas para controlar el comportamiento de las células T de formas específicas”indica la Cornell University.
Rudd y Grimson consideran que un “verdadero punto de inflexión” es la tecnología que actualmente está disponible para poder estudiar la “regulación genética de las células inmunes a nivel unicelular”; lo que le permitió poder aportar una “nueva visión de un proceso biológico poco comprendido a un nivel muy profundo”.
”Poder pasar de observar la función única de las células T a un mecanismo molecular es realmente emocionante”, afirma Rudd y prosigue diciendo, ”y esto fue posible porque pudimos combinar la experiencia en inmunología celular y del desarrollo en mi laboratorio con las herramientas para estudiar la regulación genética en el laboratorio de Andrew”.
Finalmente, en un intento por continuar con el descubriento en ente nuevo estudio, Rudd desea estudiar si las células T neonatales que perduran hasta la edad adulta en las personas. ”También estamos interesados en estudiar cómo los cambios en el número relativo de células T neonatales en adultos contribuyen a la variación en la susceptibilidad a la infección y los resultados de la enfermedad”, concluye Rudd.
Esta investigación es un gran proyecto en el que colabobaron varias instituciones, entre ellas la Universidad de Rochester y la Universidad de Washington.
El ustudio contó con el frespaldo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, además del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano y de los Institutos Nacionales de Salud.
Con información de la Cornell University.