Cerecero se apodera de Casa Purcell
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Con un arsenal de más de 100 piezas, Alejandro Cerecero exhibe en el recinto cultural un resumen de los últimos 15 años de su obra plástica
El artista echó la casa por la ventana y se la llevó a Casa Purcell. ‘Casa tomada’ es la nueva exposición de Alejandro Cerecero en la que muestra cómo son amplias las posibilidades para depositar una idea.
“Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia”.
Es así como Julio Cortázar describe el hogar de su cuento ‘Casa tomada’, donde sin querer le ofreció a Cerecero el texto para describir a la perfección lo que quería hacer con la exposición que lleva el mismo nombre.
“Hay mucha similitud entre el cuento y el tema que proponía el escritor: una invasión por una fuerza desconocida a aquel hogar que termina echando a los moradores”, explicó el artista durante la inauguración de su muestra el pasado jueves.
La comparación no es exagerada. Durante cuatro meses el pintor se dedicó a elegir, terminar y depurar las 100 piezas que conforman su manifestación en Casa Purcell, que literalmente abarca de pies a cabeza desde el sótano hasta el ático.
Explicó que cuando el siglo pasado estaba por terminar, un maestro le decía a él y otros alumno que tenían que “dar el veintiunazo”, entrar en la nueva era y evolucionar, y aunque la idea no se ajustó para nombrar así a la muestra, si la ha aplicado en su carrera.
Docto en las manifestaciones tradicionales del dibujo y la pintura, Alejandro Cerecero se ha encargado de establecer un estilo que en esta ocasión muta de los lienzo a los objetos, pues en ‘Casa tomada’ se pueden observar intervenciones de arte-objeto e instalaciones.
Cerecero tenía un tiempo deseando contar con un espacio que le permitiera exponer el amplio panorama de su obra con una propuesta ordenada, que no luciera ‘amontonada’ frente a la gran cantidad de piezas ni que fuera aburrida.
“Observé los antiguos planos de la casa y decidí recuperar la vieja usanza de las habitaciones, entonces por ejemplo tenemos la casa de fumadores donde se observan piezas de carácter masculino, o la sala de té, un sitio más femenino y espiritual, o la sala de comedores, con las sillas intervenidas y abundantes figuras redondas”, explicó.
De lo más reciente en la gama de la obra cereceriana se encuentran piezas como ‘Fuerza Náutica’, una pecera en funcionamiento con un bosquejo narrando las aventuras de antiguo buceadores entre desconocidas criaturas, o sus Panópticos, piezas acrílicas que hacen uso de una especie de lupa para apreciar en totalidad.
Otro sitio destacado de la amplia muestra es el cuarto de los “vestigios sagrados”, una habitación dedicada en totalidad para hacer crítica al culto a las reliquias.
“Como si el lector nos leyera el pensamiento nos ofrece un variación de interés aunque también muy intimidante: ya no el hueso sino el pellejo como si se hubiera arrancado la piel de una de sus manos y la colocara digonalmente sobre una imagen de San Miguel Arcángel”. Así describe el escritor Jesús de León esta habitación.
“Esta colección se compone tanto de obras pictóricas como objetuales, está cargada de simbolismos y seductoras formas que nos invitan a recorrer los cuatro pisos de Casa Purcell”, describe la curaduría de la exhibición.
“Me parece interesante que haya tomado el nombre del cuento de Cortázar, es mi escritor favorito y me llamó la atención por eso vine; en esta exposición hay muchas cosas que me gustaron, pero la pieza dedicada a Ayotzinapa me gustó mucho”, explicó Enrique Zambada, espectador de la obra.
La exhibición ‘Casa tomada’ estará disponible a la apreciación gratuita del público hasta el 4 de diciembre en el recinto cultural Casa Purcell, cuyos horarios de atención al público son de 10:00 a 18:00 horas.