Cómo mantener una buena relación de pareja después de los hijos

Vida
/ 21 marzo 2018

“La realidad es que cada relación se volverá un poco triste" dijo Bev. "Incluso si los amas con una pasión increíble durante esos primeros años, tendrás momentos en los que se irritarán uno a otro"

“Tiene que correr mucha agua bajo el puente”, decía mi abuelita. Y tenía razón. El paso del tiempo hace que las cosas se vean más claras o, al menos, desde otra perspectiva. Y fue mucha el agua que corrió bajo el puente del matrimonio de Bev y James, cuando después de 7 años de haber pasado momentos críticos y dramáticos en su pareja, hoy se encuentran más fortalecidos que nunca.

Mirror recoge la historia de la presentadora de TV de la cadena LBC, Bev Turner quien tuvo que afrontar un duro momento cuando siete años atrás a su marido le diagnosticaron un tumor cerebral y ella descubrió al mismo tiempo que estaba embarazada. Los problemas comenzaron, pero el apoyo y el amor que se tenían hicieron que hoy puedan contar su historia y brindar el ejemplo para las parejas que transitan difíciles momentos.

La mujer, de 44 años explicó por qué mantenerse unidos es importante y dio consejos para mejorar la relación de pareja cuando se tiene hijos. Es cierto que los hijos vienen a hacer la vida más completa y más alegre. Pero si tienes hijos seguramente coincidirás conmigo en que la paternidad y la maternidad traen grandes cambios personales y sociales, y la pareja no queda exenta. Ya no somos los mismos, y por lo tanto no nos comportamos de la misma forma. Tal vez tengamos expectativas diferentes y es la primera vez que vemos a nuestra pareja en el rol de padre o madre, y hay cosas que pueden gustarnos o no.

“La relación se volverá triste”

“La realidad es que cada relación se volverá un poco triste" dijo Bev. "Incluso si los amas con una pasión increíble durante esos primeros años, tendrás momentos en los que se irritarán uno a otro". Bev, quien tiene tres hijos, además de presentarse en la radio LBC ha escrito un best seller sobre crianza de los hijos y dirige un negocio de educación prenatal. En estas sesiones Bev insiste en que los padres deben asistir, ya que además de hablar sobre los cuidados del recién nacido, se habla de la capacidad emocional de los padres al transitar la paternidad.

"Les digo a las parejas que no se lo pueden imaginar ahora mientras se sientan aquí con sus grandes bultos y que se quieren, pero una vez que tienes un bebé, hay muchas maneras en que puedes dejarte caer”, dijo. Y puede ser tristemente cierto. Durante el noviazgo o los primeros meses de casado la pareja puede vivir en un idilio romántico que parece nunca terminar. Sin embargo, los hijos nos ponen a prueba. Dice Bev: “Empiezas a ver a esa persona no como la persona de la que te enamoraste, que es fabulosa, sino que la ves desde el prisma de si es un buen padre”.

"No son sólo las mamás las que miran a los papás pensando “no has sacado la basura” o “no has salido a comprar la leche” o “has dejado tu ropa sudada en el suelo”, sino que también los papás piensan “realmente creo que debería haber amamantado durante más tiempo” o “estoy seguro de que hay otras parejas teniendo relaciones ahora”, dice Bev, y asegura que debemos conversar con nuestra pareja acerca de los sentimientos y de lo que esperamos de ella, pues no podemos pretender que adivinen.

El hecho que los puso a prueba

El esposo de Bev, James, era medallista olímpico, y estaba en plena forma física cuando en 2010 fue golpeado por un espejo de un camión, y quedó con una lesión en el lóbulo frontal, una parte del cerebro que controla la personalidad. Acerca de ese episodio Bev dijo: "Se convirtió en una caricatura malvada negativa de sí mismo, todas las peores características amplificadas”. A James le costaba mucho sentir empatía, por lo que la relación parecía que pronto iba a desmoronarse.

A los pocos días del accidente de su esposo, Bev se enteró que estaba embarazada. A partir de allí supo que debía luchar por su pareja y su familia. Los últimos siete años han sido demasiado difíciles pero han logrado superar los obstáculos. La mujer asegura que, aunque muchas veces pudo haber sido más fácil desistir y tirar todo por la borda, ambos decidieron que lo mejor era permanecer unidos, por el bien de sus hijos. Claro que, seguramente, lo que había en el fondo era amor, y fue ello lo que logró poner a flote la pareja nuevamente.

Los tres primeros años fueron intensamente difíciles, pues James había perdido totalmente el sentido del humor, no reía ni hacía bromas y todo parecía que iba a pique. Hoy, la mujer, autora del libro “El libro del embarazo feliz”, asegura que la buena voluntad de ambos de continuar con la pareja fue lo que pudo recuperar su matrimonio, y que aunque puedan pasar días completos sin mirarse a los ojos por la intensa actividad de criar 4 hijos, ambos saben que están allí, el uno para el otro para cuando se necesiten.

La llegada de los hijos en la relación de pareja

Creo que esta mujer ha resumido perfectamente lo que significan los hijos en la pareja. Muchos de nosotros hemos anhelado volver a pasar aquellas épocas de pasión y romanticismo, o aquellas cenas de conversaciones profundas e interminables. Quienes no tienen hijos aún piensan “eso no pasará en mi pareja”, pero créeme que sí, sucederá tarde o temprano. Sin embargo, sigo pensando que cuando una pareja está fortalecida, la experiencia de criar hijos fortalece aún más el vínculo y hace crecer a sus miembros de un modo asombroso.

Según El Mundo, para la antropóloga francesa Martine Segalen, no es la unión de dos personas lo que da origen a la familia, sino la llegada de los hijos, quienes en cierta forma “obligan” a la pareja a mantenerse unidos. No se trata de una obligación en sí, puesto que no es sano para nadie que una pareja se mantenga unida cuando se ha roto el respeto y se ha desvanecido el amor, pero considerando los dichos de la antropóloga, esa “obligación” representa ni más ni menos que el esfuerzo que hace toda pareja para no sucumbir a la tentación de hacer los bolsos e irse cuando el volcán hace erupción. En cambio, se hace frente a la catástrofe y se trata de reconstruir la situación, por el bien de esos hijos que tanto anhelaron y por el bien de la pareja misma.

De acuerdo al sitio Bebés y Más, los elementos negativos que influyen en la relación de pareja cuando llegan los hijos son: el estrés, la insatisfacción personal, el trabajo doméstico, y el bajo umbral de tolerancia. Yo agrego lo positivo: la unión, el aprendizaje, la valoración de la familia, y la capacidad de ver en el otro esa faceta positiva que no conocíamos.

Los hijos vienen a unir a una pareja que se ama, y a completarla. No niego que haya momentos de caos, de desilusiones y de frustraciones, pero también, la familia es el corolario de aquellas relaciones que se basan en un profundo amor. Y a ti ¿cómo afectó tu relación de pareja la llegada de los hijos?

Del autor: Fernanda Gonzalez Casafús es argentina, mamá y Licenciada en Periodismo. Ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.

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