¿Cómo reconocer y validar las emociones de tus hijos en el regreso a clases?

A veces se nos olvida que el regreso a clases es una época de transición llena de emociones para los niños. Se nos olvida que alguna vez fuimos esos pequeños, para quienes volver a la escuela después de meses de vacaciones era todo un proceso.

Regresar implicaba sentirnos emocionados por ver a nuestros compañeros y, a la vez, estar tristes y nostálgicos por dejar atrás esos meses y volver a la rutina -no siempre divertida- de la escuela.

Era sentir miles de emociones, cambios y desafíos en muy poco tiempo y, sobre todo, era necesitar de una mano para hacer más suave y ameno este proceso...

Entonces, si nosotros también lo vivimos, ¿por qué es tan difícil reconocer y validar lo que nuestros niños experimentan cada regreso a clases? ¿Habrá alguna forma de hacerlos sentir comprendidos y amados y, al mismo tiempo, enseñarles a que se permitan vivir este proceso de la mejor manera posible?

La respuesta es sí, siempre es posible. Te regalo algunas formas:

Los niños necesitan y merecen ser escuchados. Y escuchar no es solo prestar atención, sino también permitirles expresarse sin interrumpir y mostrarles que sus pensamientos y sentimientos son importantes. Al escuchar, valida sus emociones –reconócelas, acéptalas y permítelas–, todas y cada una de ellas, pues pueden llegar a ser sus maestros más grandes.

Eres su espacio seguro, abre tu corazón e invítalos a sentirse cómodos para hablar sobre lo que sienten. Sé paciente, compasivo y comprensivo. Para esto, puedes contarles tu experiencia con el regreso a clases y así ayudarlos a ampliar su perspectiva. Explícales cómo te sentías cuando eras niña(o) y cómo a ti también te traía muchas emociones. Esto no solo valida sus sentimientos, sino que también les muestra que no están solos en su experiencia.

Para finalizar, no olvides el amor. Creo firmemente que lo puede cambiar todo. Regálales ese abrazo que tanto necesitan, diles cuánto los quieres y muéstrales lo orgullosa(o) que estás. Pues aunque para nosotros el regreso a clases pueda parecer un evento rutinario, para ellos es el mundo entero; un mundo lleno de emociones, transiciones e incertidumbre. Te necesitan, así que quédate cerquita.

Ese es el mejor regalo que puedes ofrecerles.