El arroz huérfano de ‘La Canasta’; un arroz que no tiene madre
En la memoria de los comensales de La Canasta quedará grabada la primera vez que probaron ese platillo. La mezcla de almendras, nueces y el toque hindú toman por sorpresa al paladar y generan una explosión de sabores. En voz de uno de los fans de este platillo, el ex alcalde de Saltillo, Roberto Orozco Melo ‘este arroz no tiene madre’
El pasado 19 de agosto, falleció la fundadora del restaurante La Canasta, Graciela Garza Arocha. Una mujer emprendedora que heredó a Saltillo su riqueza gastronómica. Entre los platillos más ricos, famosos y controvertidos está el arroz huérfano. Hoy te contamos la historia, del ahora, bien inmaterial de la ciudad.
Cristina Orozco, recuerda que su padre Roberto Orozco Melo, fue uno de los primeros admiradores del platillo, y con frecuencia solía decir “Quien estuvo en Saltillo y no comió en La Canasta perdió el tiempo”.
Y es que, hablar de la Canasta es hablar del arroz huérfano, que en voz de Cristina Orozco “es famoso en la nación por su nombre y sabor”.
‘DERROCHE DE BUEN GUSTO’
Aún recuerda la historia que por muchos años contó su padre: “... Graciela me invitó a que probara, un plato que fue un alarde. Era un arroz bien guisado con trozos de filete, tocino, un toque de curry hindú, almendras tostadas, nueces fritas y otras cosas deliciosas que no quiso detallar. Probé el arroz, de inmediato me sedujo su sabor y antes de que fuera más tarde me despaché otra ración, y otra más mientras pensaba: qué derroche de buen gusto, que delicado sabor, que condimento... hablé con emoción: aunque quizá no te cuadre Graciela, lo voy a decir: ¡Este arroz no tiene madre!... Arroz huérfano será su nombre... y aunque a ustedes les asombre su nombre se le quedó”.
El 28 de septiembre de 2015 falleció el ex alcalde Roberto Orozco Melo y este 19 de agosto la señora Graciela. Los dos son recordados con amor por su familia y amigos, pero en la historia de Saltillo, la ciudad en la que vivieron sus mejores años y en donde tuvieron sus mayores logros, los recordarán en conjunto por esta anécdota. La historia del arroz huérfano, que ahora se convierte en bien inmaterial de la ciudad.
COMO LLEGAR A CASA
En La Canasta miles de comensales han celebrado logros, cumpleaños y aniversarios. Es el lugar de los momentos felices.
“La Canasta se arraiga como parte de la naturaleza saltillense, es el punto de llegada, de partida y el punto de descanso y referencia”, dice Gabriela Orozco, quien escribió de este lugar a manera de homenaje para la señora Graciela.
Para ella, ir al restaurante es toda una experiencia. “Es como llegar a la casa de alguien querido y familiar”.
“Es toda una experiencia por sí misma. Adentrarse a su espacio físico diseñado con materiales de origen natural, crea un escenario cada vez más difícil de encontrar. Desde que subes los peldaños de arcilla, a la entrada del zaguán... Te ves rodeado por la vegetación de palmeras de hojas de abanico, anchas y largas, hojas de olmo, de sauces, de helechos de Julieta, de trueno y de todo lo verde conocido”.
AMBIENTE ACOGEDOR
Gabriela, también recuerda el ambiente acogedor inducido por las chimeneas. Todo este espacio diseñado por el ingeniero Luis Jaime Tamayo, esposo de Graciela Garza.
Hoy, el lugar cuenta con nueva administración y el lugar fue remodelado, pero se respetó la esencia del restaurante.
Esta remodelación inició en 2018 y Graciela formó parte importante del proceso. Aunque el lugar haya cambiado, en su interior y en la memoria colectiva permanece el estilo de las hermanas Rebeca y Graciela Garza Arocha, quienes en 1965 fundaron este restaurante y con ello su historia culinaria.
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EL MENÚ
Es el lugar en donde hablar del famoso arroz, abre la puerta a otros platillos como zanahorias en escabeche, las cáscaras de papa, los champiñones al limón o a la mexicana, el filete tapado, las enchiladas ATM, el postre canasta o el pan de elote.
“Todos estos platillos y los que están en el menú son sin discusión de mayor importancia, calidad y sabor. Deleitarlos fuera de su ambiente natural no sería tan provechoso... es el punto de llegada, de partida, el punto de descanso y referencia”, dice Cristina Orozco.
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