Elisa Carrillo, una bailarina mexicana en el Ballet Estatal de Berlín
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Carrillo, de 37 años, casada con el ruso Mikhail Kaniskin, también primer bailarín de la compañía alemana, conversó con la agencia dpa sobre la nueva etapa y sobre el futuro de la danza clásica en la modernidad.
Elisa Carrillo es mexicana y desde 2011 una figura estelar del Ballet Estatal de Berlín como una de sus “primaballerinas".
La compañía vive un momento de cambios. Acaba de irse el director artístico español Nacho Duato y por primera vez habrá una dirección de dos cabezas: una coréografa contemporánea y un representante de lo clásico.
Carrillo, de 37 años, casada con el ruso Mikhail Kaniskin, también primer bailarín de la compañía alemana, conversó con la agencia dpa sobre la nueva etapa y sobre el futuro de la danza clásica en la modernidad.
Está en Ciudad de México con motivo del Danzatlán, un festival de diversas expresiones dancísticas, organizado por la fundación que lleva su nombre.
dpa: Llegaste al Staatsballet de Berlín de la mano del ucraniano Vladimir Malakhov como director artístico. Luego te tocó el español Nacho Duato. Ahora habrá una dirección compartida entre Sasha Waltz y el sueco Johannes Öhman. ¿Cómo vive la compañía esa transformación?
Carrillo: Al principio, cuando nos enteramos de este cambio, para la compañía fue un poco difícil porque es la primera vez en la historia que vamos a tener a dos directores. Johannes Öhman se va a encargar más de la parte clásica y Sasha Waltz de la parte moderna. Eso nunca me ha pasado en una de las compañías y para los bailarines fue algo que causó mucha preocupación porque de repente dices: ¿Cómo va a funcionar teniendo dos cabezas? Pero hablando, las cosas se tranquilizaron.
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dpa: ¿Cuál es tu expectativa?
Carrillo: Este cambio llega en un momento de mi carrera en el que creo que estoy preparada para eso, porque también depende de tu edad, de todo lo que has vivido. Creo que el trabajo de Sasha Waltz es muy interesante y en este momento de mi vida podría ser algo que también me puede aportar mucho. Y la parte de Johannes va a ser la parte clásica, que es algo de mi vida, de mi carrera. Y si él va a mantener el repertorio clásico que nosotros siempre tenemos, tiene que ir bien. Va a ser un gran cambio. Como siempre cuando hay un nuevo director, a todo el mundo le preocupa porque tienes que volver a mostrar de lo que eres capaz, pero la verdad es que estoy motivada. Los cambios siempre tienen algo bueno. Cuando alguien es nuevo, tienes que volver a luchar.
dpa: ¿Cómo ves la tensión entre lo clásico y lo moderno?
Carrillo: Los bailarines ahora tenemos que bailar de todo. Claro que uno puede ser más enfocado a lo clásico y otro más contemporáneo, pero realmente en las compañías grandes todos los bailarines tienen que bailar de todo. Vladimir era más clásico, empezó a llevar muchas cosas neoclásicas a la compañía, lo cual fue algo bellísimo. En el ballet neoclásico son más libres los movimientos. Y luego Nacho Duato respetó las cosas clásicas pero también metió muchísimas de sus coreografías, llevó nuevos coreógrafos más modernos que no conocíamos. Con este cambio, algo muy importante para la compañía era mantener esa parte clásica. Y fue por eso también que al principio la gente no estaba tranquila, pero al final se logró eso. De hecho, el próximo año tenemos más repertorio clásico que contemporáneo. Eso va a seguir ahí.
dpa: Si tuvieras que bailar una sola obra toda tu vida, ¿con cuál te sentirías más cómoda?
Carrillo: La danza tiene tantas maneras de expresarse... Podría ser algo neoclásico, o más bien los clásicos que tengan algún drama adentro. Tenemos "Romeo y Julieta", tenemos "Onegin": son ballets clásicos, pero no es "El lago de los cisnes". Son historias de amor donde todo es en puntas, movimientos clásicos, pero tienes la libertad de sacar una historia. Yo preferiría quedarme haciendo "Romeo y Julieta" o "La dama de las camelias" porque es algo que me llena aún más que hacer la princesa Aurora, lo cual es bellísimo y en algún momento de mi vida fue como el sueño, pero en este momento de mi vida quisiera hacer algo clásico que me llene más.
dpa: ¿La época moderna conspira contra la danza clásica?
Carrillo: La danza clásica va a estar siempre ahí. A pesar de todo lo que vaya cambiando, a pesar de que la danza tome diferentes rumbos, que se vuelva más rica, más contemporánea, que sea más loca, los clásicos siempre van a seguir y van a tener su belleza y van a tener su fuerte. Es como Chaikovski, como Prokofiev, pase lo que pase ellos van a seguir allá. "El lago de los cisnes", "La bella durmiente", "Don Quijote". Todo eso va a seguir y va a vivir por siempre.
dpa: Duato dijo que a la danza clásica a veces se la trata como a la Cenicienta de las artes. ¿Coincides con eso?
Carrillo: A veces sí, tal vez. No sé a qué se refiere él, pero siento que a veces la gente piensa que la danza clásica es la princesa que sonríe y el tutú. No es eso. La gente luego no entiende todo el trabajo que hay detrás. La danza clásica es una de las más difíciles. Cada estilo tiene su dificultad, pero la danza clásica tiene que ser muy pura.
dpa: ¿Para ti qué significa la danza?
Carrillo: Para mí es la expresión más bella, es la manera de expresar con tu cuerpo todo lo que tienes dentro.