Hugh Glass, el hombre real que inspiró 'The Revenant' de Iñárritu
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La historia sucede en algún momento del siglo XIX, una época en la que gran parte del territorio de Estados Unidos esperaba ser explorado.
CIUDAD DE MÉXICO.- El próximo largometraje del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, The Revenant, narra el periplo por el que un explorador intepretado por Leonardo DiCaprio tuvo que pasar después de que sus compañeros de expedición lo abandonaran a su suerte tras ser atacado por un enorme oso.
La historia sucede en algún momento del siglo XIX, una época en la que gran parte del territorio de Estados Unidos esperaba ser explorado.
Sin embargo, The Revenant se inspiró en la historia de Hugh Glass, un explorador que, al igual que el personaje de DiCaprio, tuvo que superar adversidades que, probablemente, ningún otro hombre habría sobrevivido.
De acuerdo a la novela que Iñárritu adaptó para el cine, Hugh Glass fue un corpulento hombre de unos cuarenta años que, durante una expedición en lo que ahora es el estado de Dakota del Sur, fue atacado por una osa que le destrozó la garganta, le rompió una pierna, le comió parte del hombro y lo dejó completamente arruinado.
A pesar de sus heridas, el hijo de inmigrantes irlandeses y escoceses se las arregló para dispararle al animal y apuñalarlo varias veces antes de quedar tirado sobre la nieve.
Mientras tanto, sus compañeros lograron asesinar a la bestia para luego cuidar de Glass durante la primera noche, misma que, pensaban, no sobreviviría por la gravedad de sus heridas.
A pesar de todo, Glass sobrevivió esa noche y otras más, hasta que sus 'amigos' se hartaron de esperar su muerte y lo abandonaron para que muriera congelado.
Debido a que las provisiones eran escasas, los hombres que acompañaban al protagonista de esta historia continuaron su viaje, llevándose su confiable rifle, herramientas, comida y cuchillos.
En aquel entonces, los exploradores como Glass solían viajar por Estados Unidos en busca de pieles que intercambiar con los nativos amigables; sin embargo, esta empresa estaba llena de peligros como el clima, las bestias, bandidos y las tribus hostiles.
Aferrado a su vida, el hombre se las arregló para arrastrarse hacia un río cercano para beber su agua y comer algunas bayas de los arbustos cercanos.
Días después, Glass encontró su primera comida 'de verdad', una serpiente cascabel que se encontraba cerca y que pudo asesinar con una piedra para luego despellejarla, picarla en pedazos lo suficientemente pequeños como para pasar por su garganta destrozada y nutrirse de su carne.
Para limpiar sus heridas y evitar que se gangrenaran, el superviviente encontró unos gusanos para que comieran su carne muerta con el fin de prevenir un mal peor.
Cubierto con la piel de la osa que lo había herido, Glass se levantó como pudo y se dirigió a un campamento francés que se encontraba a unos 400 kilómetros de su posición.
Afortunadamente, un grupo de indios Sioux encontró a Glass y lo llevaron a su aldea para curarlo y alimentarlo.
Ya fortalecido, el valiente hombre decidió vengarse de los compañeros que lo habían abandonado; sin embargo lo único que pudo hacer fue recuperar su rifle pues, para ese entonces, uno de sus compañeros se había enlistado en el ejército de Estados Unidos y el otro le había pedido perdón.
Glass murió años más tarde a manos de un grupo de indios durante una emboscada, pero su historia no quedó congelada en la nieve, sino que sobrevivió varias generaciones hasta llegar a la gran pantalla de la mano de un mexicano y varios actores de Hollywood.