José Rubén Romero recreó ambientes revolucionarios y costumbristas
COMPARTIR
TEMAS
José Rubén Romero se dedicó a la narrativa costumbrista, con la cual describía en sus novelas las tradiciones provincianas de la cotidianidad a través de personajes principales que son seres populares y desprotegidos.
Escritor, político y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, José Rubén Romero, reconocido por las novelas: “Mi caballo, mi perro y mi rifle” (1936) y “La vida inútil de Pito Pérez” (1938), es recordado a 65 años de su muerte, ocurrida el 4 de julio de 1952.
Rubén Romero nació en el municipio de Cotija de la Paz, Michoacán; desde muy joven se interesó por la poesía y la literatura. Fue gran admirador del poeta mexicano Amado Nervo (1870-1919), quien posteriormente cuando el escritor alcanzó el éxito, le dedicó su libro “Místicas”.
Según el sitio www.literatura.bellasartes.gob.mx, el escritor comenzó su carrera colaborando con periódicos de la época como: “Iris”, “El buen combate”, “La actualidad”, “El telescopio” y “Flor de loto”.
Rubén Romero fue simpatizante de la rebelión de Francisco I. Madero en contra de la dictadura de Porfirio Díaz, por lo que en 1910 se unió a la batalla revolucionaria, hecho que le permitió ser nombrado secretario particular del Gobernador de Michoacán.
Participó activamente en la lucha revolucionara y estuvo en diversas ocasiones a punto de ser asesinado por el gobierno de Victoriano Huerta.
Además desempeñó cargos oficiales y trabajó en el servicio exterior mexicano. Fue cónsul general en Barcelona, ministro plenipotenciario en Brasil y embajador de México en Cuba, de acuerdo con el portal www.biografíasyvidas.com.
Rubén Romero publicó en 1932 su primer libro, “Apuntes de un lugareño”, el cual contiene recuerdos de su infancia y juventud.
Los textos del escritor se caracterizan por ser realistas, lineales, cuyas tramas giran en torno a vivencias autobiográficas o referencias históricas de la Revolución.
Esto puede apreciarse en “Mi caballo, mi perro y mi rifle” (1936), que muestra su desencanto por los resultados del conflicto armado así como en su libro más famoso “La vida inútil de Pito Pérez” (1938), obra inspirada en la picaresca española que mezcla humor y melodrama, que fue llevada a la pantalla grande por el cineasta Manuel Mendel en 1944.
Además de la novela revolucionaria, José Rubén Romero se dedicó a la narrativa costumbrista, con la cual describía en sus novelas las tradiciones provincianas de la cotidianidad a través de personajes principales que son seres populares y desprotegidos.
Entre sus novelas más reconocidas de esta corriente, se encuentra: “Rosenda” (1946), que de acuerdo con la fuente referida, su estilo sencillo y directo se llena de poesía para recrear el ambiente provinciano. También publicó "Desbandada" (1934), "El pueblo inocente" (1934) y "Una vez fui rico" (1939).
El Premio Bellas Artes de Novela "José Rubén Romero" fue creado en su honor, así como el teatro “José Rubén Romero” en Morelia, Michoacán. El escritor murió el 4 de julio de 1952 en la Ciudad de México.