Modas de salud que tu médico probablemente no te menciona
Los consejos de salud como beber aceite de oliva y caldo de huesos surgen y, luego, se olvidan. Todas estas modas causan que el concepto de “bienestar” pierda relevancia
Por: Dani Blum
El internet metaboliza las tendencias de bienestar de la misma manera que disemina los anuncios de divorcio de las celebridades y los fragmentos de canciones en TikTok. Los consejos de salud como beber aceite de oliva y caldo de huesos surgen y, luego, se olvidan. Todas estas modas causan que el concepto de “bienestar” pierda relevancia: espera, ¿estamos bebiendo agua de lechuga? ¿Cuándo se empezó a preocupar tanto la gente por sus niveles de cortisol?
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Es fácil sentirse abrumado. Emily Moquin, una analista de alimentos y bebidas en la firma de investigación Morning Consult, manifestó: “Cualquier persona que haya aprendido algo de una conversación con su propio nutriólogo o tal vez con su madre, o solo de su experiencia personal de vida” puede compartir sus hallazgos y, de repente, volverse viral.
A continuación, una recopilación de las tendencias de salud y bienestar en 2023.
Es la era del Ozempic.
“Ozempic” se ha convertido en un término global para una nueva clase de medicamentos que pueden inducir la pérdida de peso, en parte al inhibir el apetito y disminuir la velocidad de vaciado del estómago. Existe el Ozempic, un medicamento inyectable para la diabetes que se ha vuelto cada vez más popular ya que la gente lo usa como una herramienta sin marca para perder peso. También están disponibles Wegovy, aprobado para tratar la obesidad; Mounjaro, un fármaco similar para la diabetes; y otros. Algunos consumidores han intentado encontrar opciones no autorizadas, como suplementos tales como la berberina.
Parte de lo que resulta tan fascinante sobre fármacos como el Ozempic es cómo afectan al cerebro: quienes lo han usado han descrito que se apaga su “ruido de comida” (los pensamientos incesantes y crecientes sobre comer). Conforme más personas recurren a estas drogas, algunas también enfrentan efectos secundarios graves: reducción de la masa muscular, náuseas intensas, vómito, estreñimiento e incluso, en casos raros, desnutrición.
Y la expectativa apenas está comenzando: las farmacéuticas están desarrollando drogas más potentes en esta clase y está por llegar el Ozempic en presentación de píldora.
Los saunas se están llenando.
Después de un descenso en su popularidad inducido por la pandemia, los saunas están de regreso y más personas recurren a ellos con la esperanza de sudar toxinas o estimular el cerebro. Los investigadores afirman que no hay evidencia contundente de que las salas de vapor puedan hacer todo eso, pero una visita podría ofrecer algunos beneficios para la salud.
Proliferan los suplementos.
¿No te puedes concentrar? ¿No puedes dormir? ¿Estás poniendo a prueba tu pobre sistema inmunitario? ¿Estás estresado por lo estresado que estás?
La industria multimillonaria de los suplementos está ansiosa de ofrecer soluciones. Una planta u otra parece volverse viral cada mes (¿recuerdas el musgo de Irlanda?). Últimamente, la gente se ha enfocado en los suplementos que calman la ansiedad: la ashwagandha (o cereza de invierno), un producto básico en la medicina ayurvédica, ganó popularidad este año y miles de tiktoks han promovido remedios herbales para disminuir los niveles de cortisol.
La terapia es un afrodisiaco.
Tal vez la persona con la que sales tiene una lista interminable de lenguajes de amor o las publicaciones que ves en la aplicación de citas Hinge muestra a personas que hablan sobre su terapeuta. Las palabras psicológicas de moda han ingresado al mundo de las citas, ya que las personas usan y abusan de la jerga. Abundan los “límites”; las personas que salen en citas afirman crear “vínculos de trauma” con martinis de expreso; la gente se queja de quienes hacen luz de gas y bombardeo amoroso.
Paul Eastwick, un profesor de Psicología en la Universidad de California, campus Davis, mencionó: “En lugar de decir algo como: ‘Mido 1,80 metros y puedo levantar un gran peso en press de banca’, comentan: ‘He reflexionado sobre los desafíos de mi infancia y he pensado profundamente sobre mis problemas’”.
Tenemos antojo de proteínas.
Hannah Cutting-Jones, una historiadora de los alimentos y la directora del programa de estudios sobre alimentos de la Universidad de Oregón, declaró el invierno pasado a The New York Times: “En los últimos años, nos hemos vuelto locos con la proteína”.
Por ejemplo, piensa en las barras de proteínas: los nutriólogos afirman que, por lo general, son poco más que dulces con beneficios exagerados. O el queso cottage, que alcanzó en julio su cifra máxima en 19 años en las búsquedas de Google. La proteína es una parte clave del atractivo del queso cottage; media taza contiene alrededor de la misma cantidad de proteína que tres huevos. No importa que la mayoría de los estadounidenses ya cumplan, y con frecuencia excedan, la ingesta diaria recomendada de proteínas.