Nazul Aramayo: Publicar la obra, el reto de llegar a los lectores

Vida
/ 18 noviembre 2017

El joven autor torreonense nos habló en exclusiva para VANGUARDIA sobre el camino, muchas veces difícil, que recorre el escritor para que sus textos se difundan

Nazul Aramayo, un joven escritor torreonense tuvo que recorrer caminos, muchas veces difíciles, para publicar su obra.

Para ello se ha tenido que armar de paciencia, llevar su obra bajo el brazo, tocar de puerta en puerta, quedarse sin empleo, soportar largas horas de espera de respuestas que no llegan, enviar una y otra vez los textos a editoriales para que consigan su objetivo: el lector. En exclusiva para ARTES VANGUARDIA, nos expuso sus experiencias sobre la publicación de sus textos.

-Como escritor joven, ¿cuáles retos has enfrentado para difundir tu obra?
“El primer reto fue lograr una publicación. No me refiero a un libro todavía, sino a colocar un relato o una crónica, en mi caso que va por el género narrativo, en una revista, un suplemento o algún medio impreso o digital. ¿Cómo lograrlo? Mandando. La mayoría de las veces no te informan del rechazo. Pero al menos en alguna de ésas sí te contestan que aceptan el texto.

El otro reto fue publicar un libro. De este proceso o de estas experiencias hablaré más adelante, me enfoco en lo que sigue de la publicación: la verdadera difusión de la obra, pues ¿de qué sirve tener un libro publicado si no va a ser leído, si no va a llegar a los lectores? Para cuando salió mi primera novela, “Eros díler” (Jus: 2012), contacté a amigos y conocidos de diversos medios e institutos culturales o gubernamentales para proponerles la presentación del libro o que hicieran una reseña, un comentario sobre la obra o una entrevista. Ese año viajé mucho porque estuve desempleado para presentar el libro en diversas ferias en varios municipios, desde Torreón, Saltillo, Monterrey hasta la Ciudad de México y Guadalajara.  En resumen fue molestando a la banda. Afortunadamente el libro sí fue comentado”.

-¿Cuál es el proceso que tú has seguido para que tus textos sean difundidos? ¿a quiénes has acudido para ello?
“Creo que en mi caso tengo que reconocer que autores como Jaime Muñoz Vargas, Carlos Velázquez y Daniel Herrera, de La Laguna, han abierto camino para que otros autores podamos llegar a publicaciones que quizás antes resultaban más complicadas. Así, de amigos, fue como llegué a conocer a editores y otros autores, asistir a encuentros donde conoces más gente que quizás les lata tu trabajo”.

-Existen varias editoriales independientes tanto en versiones digitales o web como en impreso ¿Alguna vez has colaborado con alguna? ¿Cómo funciona?
“He participado en proyectos independientes digitales e impresos con cuentos, reseñas y crónicas. Nunca he publicado un libro completo en una editorial independiente. Esto último ignoro cómo funciona. Lo que sé es que los medios digitales han facilitado el contacto para poder publicar.

Un recuerdo: el primer relato que publiqué en Revista Replicante (en su versión digital) lo leyó un editor de una revista independiente de Michoacán, que luego se volvió mi amigo, y me invitó a colaborar con él. Y cuando podía, le enviaba material que sabía que él difundía.
Y así más ejemplos en mi caso: alguien lo publica, alguien recomienda y de repente alguien te busca por Facebook, Twitter, mail o te llama por teléfono porque un amigo le pasó tus datos”.

-¿Cuáles son las facilidades de publicar en editoriales gubernamentales o universitarias? ¿Hay ventajas y desventajas?
“Eros díler” lo publiqué en editorial Jus en coedición con Dirección Municipal de Cultura de Torreón. La editorial privada se encargó de distribuir el libro en toda su red de distribución en el país. La ventaja de esto es que un autor joven o desconocido como yo puede tener el vínculo con una editorial seria, con trayectoria y con un amplio catálogo y capacidad de distribución. La administración municipal o estatal no logra eso por sí misma.En cambio, mi nuevo libro está publicado en el Fondo Editorial Tierra Adentro (FETA) que es un programa federal y también se encarga de distribuir y darle promoción a la obra de autores menores de 35 años. Además, en el catálogo del FETA hay autores que hoy son referencia al hablar de la literatura hecha en varios estados de México. De las universidades no lo sé. Me he topado que también distribuyen en la red de librerías de Educal, pero no todas. Salvo en las librerías de las mismas instituciones o en bibliotecas, no sé cómo un lector de otra ciudad pueda encontrar el libro”.

-¿Cuáles son las "recompensas" que recibes al publicar tu obra? 
“Me ha tocado publicar en coediciones y en edición con recursos públicos. Esto quiere decir que por lo regular te pagan en especie, con ejemplares. Quizá suene cursi, pero la gran recompensa al haber publicado es haber conocido más gente que le interesó mi trabajo, y así vincularme con más autores, lectores y poder viajar haciendo presentaciones de mi libro. Las amistades que se han generado a parir de la literatura han sido increíbles”. 

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Seguir leyendo y escribiendo pese a todo. Nadie te enseña a escribir más que los libros. Claro, ir a talleres literarios ayuda para conocer técnicas y analizar mejor los textos que uno lee y obtener herramientas para mejorar lo que uno trae.”.

-¿Qué tan difícil es hacer publicaciones en nuestro estado?
“Sé que ha habido proyectos con recursos municipales y estatales. Otras publicaciones que dependen de las universidades y que tienen diversas colecciones enfocadas a la literatura. Y también he visto aventuras independientes, unas con más vida que otras.Aunque llevo un año y medio en Saltillo, no me he vinculado ni adentrado en la actividad editorial de la ciudad. Puedo hablar con más soltura de Torreón: aquí la administración pública actual no tiene proyectos de literatura; salen libros de vez en cuando, no hay trabajo con los autores ni formación de lectores; hay administraciones que han publicado colecciones con escritores locales, pero el proyecto muere al cambiar de administración o al cambiar el director de la dependencia cultural; hay universidades como la Iberoamericana que sí publican revistas de literatura (hago este énfasis para distinguirlo de publicaciones académicas o para la vida interna de la institución); proyectos culturales mueren tras algunos números o tienen una periodicidad sumamente irregular.
Si esto sucede en Torreón, imagino que otros municipios que no presumen ser de avanzada y de gran actividad económica y cultural han de padecer algo parecido o peor.

Esto no es una queja: es una descripción aproximada. El Estado, desde mi punto de vista, no es una editorial ni cuenta con un aparato de distribución y promoción de libros. Creo que lo ideal sería que vincule a los autores con las editoriales (independientes, pequeñas, comerciales y demás) para publicar sus obras, que apoye a los escritores en ciernes, que tenga programas de formación de lectores, que también conecte a los autores de la región con la sociedad.
Publicar no creo que sea tan complicado. ¿Pero de qué sirve publicar si el libro no se va a distribuir más allá de tu familia y tus amigos?”

-¿Hay escritores que afirman que no importa que no seas un autor conocido si tu texto tiene calidad? Tú qué dices...
“Creo en que un texto se defiende por sí mismo…¿pero cómo hacer que alguien lea ese texto? Si eres un autor todavía no reconocido, entonces sí hay que mandar textos hasta que pegue en una editorial o en concursos, aprovechar los estímulos estatales o federales, también los vínculos por internet y las publicaciones digitales.
Entonces creo que sí, que si el texto tiene calidad o esa voz gancha a alguien, pues vendrán más publicaciones. Tal vez soy un ingenuo. Pero así como dicen que hay mafias, me ha tocado ganar premios o becas en concursos donde no conozco a nadie o ha sido el primer trabajo que mando".

-Del proceso de publicación de una obra tuya, ¿qué anécdota nos puedes contar?
“Al mandar el manuscrito de “Eros díler” a la editorial, el editor Antonio Ramos Revillas, en ese momento en Jus, hizo el trabajo de comentar casi cada cuartillas, de cuestionar frases, párrafos, de sugerir soluciones o de plantear el problema de otra manera. Fue una experiencia enriquecedora. A partir de ahí la novela agarró otro camino, y personajes que no tenían mucha participación crecieron.
A “La Monalilia…” la mandé a la convocatoria de FETA y resultó seleccionada. Su camino estuvo muy accidentado porque nos tuvieron mucho tiempo sin saber si habría o no publicación, pues no había comunicado oficial y se decía en redes y medios que el proyecto estaba a punto de desaparecer”.

-¿Qué opinas de las editoriales independientes?
“Creo que son necesarias para conocer voces diferentes”.

-¿Cuántas obras has publicado y en qué sellos editoriales?
“La Monalilia y sus estrellas colombianas”, Fondo Editorial Tierra Adentro. México, 2017. Cuentos.
“Eros díler”, Editorial Jus y Dirección Municipal de Cultura de Torreón. México, 2012. Novela.
He colaborado con cuentos y crónicas en otros libros como “Navideath en San Pedro”, una plaquette de un cuento mío con la Secretaría de Cultura de Coahuila; “Horizonte de sol y polvo”, una antología de narradores jóvenes coahuilenses también de la Secretaría de Cultura; “Segundo Gran Premio de Periodismo Gonzo 2016, un libro que reúne la crónica ganadora y las menciones honoríficas, de la UANL, la editorial Salario del Miedo y Almadía”.

-¿Qué les aconsejas a los nuevos escritores? Muchos son muy buenos y andan tocando puertas para ver quién les publica.
“Seguir leyendo y escribiendo pese a todo. Nadie te enseña a escribir más que los libros. Claro, ir a talleres literarios ayuda para conocer técnicas y analizar mejor los textos que uno lee y obtener herramientas para mejorar lo que uno trae.
También recomiendo que aprovechen las becas: si alguien te va a pagar por hacer lo que ya estás haciendo gratis y apasionadamente, pues con madre, ¿no? Esto, además, te permite conocer a otros autores de tu región o de tu generación. Ver las convocatorias que hay y participar. Enviar tus textos a revistas, suplementos, editoriales. Aceptar el rechazo.
Eso es lo que yo he hecho. Sé que hay más caminos, pero la mayoría de mis amigos y conocidos son de los que escriben, escriben y escriben para después mandar y aguantar el dictamen. Y seguir escribiendo”.

 

Nazul Aramayo. Torreón, Coah. 1985. Coeditor en Vanguardia. Autor de “La Monalilia y sus estrellas colombianas” (FETA: 2017) y “Eros díler” (Jus: 2012). Ha sido becario del Programa Estatal para la Cultura y el Desarrollo Artístico de Coahuila (PECDA) y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en el área de Jóvenes Creadores. Ganador del 29 Concurso Literario Nacional “Magdalena Mondragón” en el género de cuento y del Premio Estatal de Periodismo Coahuila 2017 en el género de crónica. Ha publicado reseñas, cuentos y crónicas en diversos medios de circulación nacional como Yaconic, Revista Replicante, Clarimonda, Suplementodelibros, Revista de Coahuila y Vanguardia. 
@erosdiler

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