El surrealismo de Joan Miró, plasmado en 78 cuadros, se ha convertido desde hace dos meses en uno de los reclamos turísticos más distintivos de la modernizada Oporto, al norte de Portugal.
Bañada por el río Duero, la ciudad se encuentra "pintada" por Miró desde que hace dos meses -el 30 de septiembre- el primer ministro luso, Antonio Costa, y el presidente de España, Mariano Rajoy, inauguraran en la Casa Serralves la muestra del artista, titulado "Materialidad y Metamorfosis".
Se trata de la colección de arte más mediática de Portugal en la última década, ya que fue la herencia de una crisis financiera que destapó la existencia de un total de 84 cuadros de Miró en propiedad de un banco que, tras su nacionalización, pasaron a manos del Estado.
En un principio, Portugal se planteó subastar los cuadros, aunque dio marcha atrás ante la presión mediática.
El último empujón mediático a la exposición tuvo lugar el pasado 28 de noviembre, cuando los jefes de Estado de España y Portugal, el rey Felipe VI -acompañado de la reina Letizia- y Marcelo Rebelo de Sousa, acudieron a la Casa Serralves a visitar una muestra que ha fortalecido, aún más, la cultura ibérica.
Desde la Fundación Serralves explican a Efe que el aumento de turistas españoles que llegan a Oporto para descubrir las obras inéditas de Miró ha aumentado significativamente desde su apertura.
En principio, esta colección, cuyo montaje fue diseñado por el prestigioso arquitecto luso ganador del Premio Pritzker Alvaro Siza Vieira, estará abierta al público hasta el 28 de enero próximo.
Eso sí, el Estado ya ha confirmado que los Miró se quedarán para siempre en Oporto, tras una cesión al Ayuntamiento, entidad que, a su vez, ha confirmado que las obras seguirán expuestas de forma permanente en Serralves.
Algunas de ellas son muy poco conocidas, como un dibujo de 1924 o la media docena de cuadros elaborados en 1936 con el material denominado "masonite", que revelan la fenomenal poesía del artista catalán, que nació en Barcelona en el año 1893 y murió en 1983, en Mallorca.
La obra del artista queda plasmada en estos 78 cuadros, a través de los que el visitante puede descubrir la evolución y las preocupaciones de Miró entre 1924 y 1981. La Casa Serralves, desde finales de los 90, se ha convertido en uno de los epicentros mundiales del arte contemporáneo.
Además de los espacios de exposiciones, cuenta con unos jardines que se extienden a lo largo de 18 hectáreas, enclavados en el "art déco" y que sobresalen por su "Casa Rosa".
En 1989, el complejo fue adquirido, al 50 por ciento, por el Estado portugués y un grupo de inversores privados. Diez años después, tras un proyecto de rehabilitación dirigido por Siza, nace en Serralves el primer Museo de Arte Contemporáneo de Portugal, que hoy cuenta con un legado de 4.300 obras, la mitad de titularidad estatal y el resto de la Fundación.
Además de la muestra de Joan Miró, Serralves tiene abierta al público una exposición con las adquisiciones más recientes de reputados artistas portugueses, tales como Pedro Cabrita o Leonor Antunes. Otra de las exposiciones que se puede visitar en Serralves es del pintor alemán Michael Krebber (1954, Colonia).
Incluso, los jardines de Serralves lucen para el público un proyecto expositivo de la surcoreana Haegue Yang (1971, Seúl), presidido por una escultura de grandes dimensiones.