Otto Dix plasmó los horrores de la guerra en sus obras
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Dix se convirtió en el representante más importante de un realismo crítico, con el que adoptó una postura profunda ante su época.
Por su manera de plasmar la realidad histórica de un periodo conflictivo e importante en Alemania, además de su visible desarrollo temático y expresivo, Otto Dix es recordado como uno de los pintores más trascendentes a 48 años de su fallecimiento, ocurrido el 25 de julio de 1969.
Otto Dix nació el 2 de diciembre de 1891 en Untermhaus, cerca de la ciudad de Gera en Alemania, bajo la familia formada por un herrero llamado Franz y una costurera llamada Louise.
De acuerdo con el portal www.biografiasyvidas.com, desde temprana edad demostró interés y cualidades para pintar. En su juventud se trasladó a la Escuela de Artes y Oficios en Dresde, lugar en el que conoció a pintores renacentistas y empezó a experimentar con corrientes como el Cubismo y el Dadaísmo.
Participó durante la Primera Guerra Mundial como parte del Ejército Alemán, y en 1918 obtuvo la condecoración conocida como Cruz de Hierro, sin embargo, según el portal www.gob.mx, tuvo que ser dado de baja por una herida que recibió en el cuello.
La participación en el conflicto le afectó profundamente, pero también le sirvió para comenzar con una técnica mordaz en la que plasmó los horrores de la guerra, nunca antes vistos. Pues si antes de esta experiencia su obra respondía a los principios de la pintura impresionista, después se vio progresivamente influida por los diferentes movimientos de vanguardia de aquellos años.
Tiempo después gracias a su interés por el arte, comenzó a impartir clases en la Academia de Arte de Dresde, lo que le ayudó a convertirse en un artista representativo del movimiento anti-guerra, luego de la llegada del Partido Nacionalsocialista en la década de los treinta.
Dix se convirtió en el representante más importante de un realismo crítico, con el que adoptó una postura profunda ante su época, de acuerdo con el sitio web alemania-mexico.com. Entre sus obras se pueden mencionar "Trincheras", "Metrópolis" y "La guerra".
El estilo crudo, provocativo y ásperamente satírico de Otto Dix, lo llevó a desarrollar un estilo personal dentro del movimiento conocido como “Nueva objetividad”, denominado “verismo”, lo cual lo convirtió en uno de los primeros catedráticos de arte en ser destituidos por el régimen nazi.
Debido al marcado carácter antimilitarista de sus obras, fueron clasificadas por el régimen nazi como “arte degenerado” e incluidas en la exposición homónima de 1937; fue detenido dos años más tarde, acusado de formar parte de un complot contra la vida de Adolf Hitler y una buena parte de su trabajo fue destruido.
Sin embargo, Dix logró sobrevivir a ambas guerras mundiales y destacar en el mundo de la pintura; fue reconocido como ciudadano honorario de Gera y recibió el premio Rembrandt de la fundación Goethe en Salzburgo.
A partir de 1945, sus obras fueron muestra de un nuevo misticismo religioso, y en los últimos años retomó uno de los grandes temas de sus obras: el retrato. Su fallecimiento se registró el 25 de julio de 1969 en Singen, Alemania.