¿Por qué se hacen bromas en el Día de los Inocentes?
COMPARTIR
El Día de los Santos Inocentes tiene su origen en el Nuevo Testamento
Cada 28 de diciembre se conmemora el Día de los Inocentes y una de las tradiciones que tiene este día que se realizan bromas, casi todos nos volvemos la “pobre palomita que nos dejamos engañar”, a continuación te contamos el origen de esta celebración y la razón por la que se hacen bromas.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Qué es el Maratón Guadalupe - Reyes, cuánto dura y cómo celebrarlo?
El Día de los Santos Inocentes tiene su origen en el Nuevo Testamento, donde San Mateo narra cómo el rey Herodes I el Grande, decide y manda a matar a todos los niños que había en Belén; una terrible consecuencia de su miedo por la profecía que hablaba del nacimiento de un niño que se convertiría en el rey de los judíos.
De acuerdo con la Enciclopedia Católica Online, es imposible determinar el día o el año exacto en el que sucedió la muerte de los Santos Inocentes, lo único que se sabe es que los pequeños fueron asesinados dentro de los dos años posteriores de la aparición de la estrella a los Reyes Magos.
En diferentes partes del mundo se conmemora este día, aunque la fecha varía, en Latinoamérica se lleva a cabo el 28 de diciembre, los griegos conmemoran este día el 29 de diciembre, mientras que los sirios y caldeos el 27 del último mes del año. Lo importante es celebrar esta fecha dentro de la octava de Navidad, porque fue en estas fechas que los Santos Inocentes dieron su vida por el “Salvador recién nacido”.
¿Por qué se hacen bromas el Día de los Santos Inocentes?
Respecto al origen de las bromas en el Día de los Inocentes, Gustavo Ludueña, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, explicó para National Geographic, que no se tiene la claridad del cómo fue que surgieron las bromas, sobre todo porque este día tiene un trasfondo trágico y dramático
El experto señaló que posiblemente tuvo origen por la idea de la inocencia, que sería el componente que conecta el pasado y el presente. “Dicho de otro modo, la creencia en algo que puede resultar verosímil para un niño se proyecta de manera invertida en el adulto, Así, la broma formulada con picardía toma a este último por niño por un momento para someterlo a un juego de engaño”, puntualizó Gustavo Ludueña.