Promueva la escritora española Marta Sanz en México su novela “Farándula”

La cultura hoy se encuentra desprestigiada y ha pasado a lo espectacular, es decir a ver sólo con el ocio, a llenar tiempos muertos, cuando debería de estar asociada a la educación, consideró aquí la española Marta Sanz (1967).

Entrevistada por Notimex a propósito de su novela “Farándula”, ganadora del Premio Herralde de Novela 2015, señaló que la cultura, lejos de educar, formar valores, construir miradas e ideologías, sirve hoy actualmente para “entretener”.

“La cultura sirve para formar valores, miradas, construir ideologías, el problema es que los escritores, los artistas y cineastas por muchos años habíamos renunciado a ese valor educativo de la cultura para favorecer esos valores espectaculares y eso hace que la cultura pierda peso y sirva solo para entretener”, indicó.

Bajo el sello Anagrama, la obra que se presenta en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, Sanz ofrece la mirada al mundo de los actores convertidos en peleles zarandeados por la sociedad.

“´Farándula´ es una novela en la que, a través de un retrato satírico de los actores y del espectáculo, se pretende representar lo que son las sociedades de la crisis en el momento actual.

“Los actores por fuera exhiben siempre su esplendor y glamour, pero por dentro encierran desigualdades y precariedad laboral e injusticias”, dijo.

La autora narró que su interés por estos personajes radicó en su intención de “hablar del mundo de la literatura desde una perspectiva menos endogámica, en la que pudiera tomar distancia y ver las cosas que deseaba contar con más ecuanimidad”.

A pesar de que todos ven el mejor lado de los actores, no hay que olvidar que es un oficio donde hay clases sociales y al lado de las estrellas de Hollywood, hay gente que trabaja de manera independiente, ganando poco dinero y con condiciones precarias.

“Y así elegí este mundo, por esa contradicción que se refleja en diferentes clases y porque deseaba hablar de la literatura, pero no deseaba enfangarme”, indicó.

Sostuvo que los actores tienen una condición representativa “la cual no poseen los escritores y otros personajes dedicados a las profesiones culturales, que hace que, en un momento determinado, si ellos toman la palabra para manifestar sus opiniones como ciudadanos, por condición icónica se conviertan en la ´Diana de las justas idas´ de una sociedad cada vez más resentida.

“Y ahí surge una especie de odio que se focaliza contra lo visible, que en este caso son los actores”, señaló.

Acotó que esta novela no es un homenaje a los actores, sino diagnóstico de las cosas que están sucediendo y que la gente no tiene claras, lo cual formula a través de preguntas, de incertidumbres, y utiliza como género literario la sátira.

“´Farándula´ es, pues, una sátira que a través del diagnóstico de las relaciones afectivas y profesionales de un grupo de actores que están adaptando para llevarlo al teatro, reflejan las contradicciones más importantes de este mundo global”, concluyó.