¿Qué son los vampiros de energía y cómo protegerse de ellos?
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Existen otro tipo de vampiros que son igual de dañinos y de los que debes cuidarte mucho para evitar que se roben tu energía y tranquilidad
Posiblemente, has escuchado el término “vampiros de energía” y no te ha quedado muy claro cuál es la referencia o cuáles son sus efectos negativos en tu salud, para evitar este problema y un desgaste en tu salud mental, te contamos qué son y cómo te puedes proteger de estos tomadores de energía.
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Cuando pensamos en vampiros podemos relacionar nuestra idea con la imagen terrorífica de los cuentos de Drácula, misterio o terror, aunque esos personajes solos viven en la ficción, también existen otro tipo de vampiros que son igual de dañinos y de los que debes cuidarte mucho para evitar que se roben tu energía y tranquilidad.
¿Qué son los vampiros de energía?
Se les considera así a las personas que te dejan un humor negativo, te quitan las ganas, te hacen sentir agotado y desmoralizado, existen diferentes tipos de vampiros de energía y estos son:
El Minimizador: Es aquella persona que suele menospreciar a los demás, incluso, los puede hacer sentir mal por sus logros o los puede hacer sentir que no son suficientes.
La Víctima: El perfil de este vampiro se caracteriza por ser una persona que demanda mucha atención, suele exagerar sus problemas y buscan la validación mientras tienen una actitud negativa.
El Dependiente: Son las personas que no pueden hacer nada solas, que siempre buscan un consejo, la guía, ayuda y aprobación de las demás personas, pero no suelen dar lo mismo a cambio.
El Narcisista y Manipulador: Se podrían considerar dos tipos diferentes de vampiros y se caracterizan por buscar ser el centro de conversación y de toda situación, además, suele cambiar las cosas para obtener lo que quiere sin importar la opinión de los demás.
El Controlador: Es la persona que siempre tiene todas las respuestas finales, lo sabe todo y su manera de hacer las cosas es la correcta, no hay otra y tiene la palabra final.
El Vampiro frío o caliente: Suele irse a los extremos, o es muy bueno o muy malo, pero no sabes con certeza de qué humor te va a tocar.
Para protegerte de este tipo de personas, se recomienda tener comunicación asertiva, con la cual puedas tomar el control, hablar con claridad y evitar que la otra persona monopolice la conversación. Debes mantenerte firme y poner un alto para volver al punto que quieras decir.
También puedes establecer límites, aunque en muchas ocasiones esto es más que necesario, la realidad es que con los vampiros debe ser todavía más tajante para que puedas protegerte, puedes decirles que no y evitar situaciones problemáticas.
Finalmente, se recomienda mantenerse alejado de esos vampiros de energía, puedes limitar el tiempo que pasan juntos o definitivamente evitar verle.
