¿Realmente se está acabando el agua en México? Te lo decimos
COMPARTIR
Según la ONU, las sequías se duplicarán para el año 2050, lo que amenaza la disponibilidad y calidad del recurso hídrico en el país
La escasez de agua es un problema urgente que enfrenta México, con proyecciones alarmantes para el futuro. Según la ONU, las sequías se duplicarán para el año 2050, lo que amenaza la disponibilidad y calidad del recurso hídrico en el país. Este fenómeno ya está afectando a diversas regiones mexicanas, especialmente en el norte y centro, donde las sequías se han intensificado en las últimas décadas.
TE PUEDE INTERESAR: Urgente saber cuánta agua queda en Saltillo y comunicarlo a la población, asevera científica
Las causas de esta crisis son multifacéticas y están interconectadas. El cambio climático, el crecimiento poblacional, la sobreexplotación del agua y la deforestación son algunas de las principales causas. El cambio climático altera los patrones de precipitación, volviendo a las lluvias impredecibles, mientras que el aumento de la población y la deforestación contribuyen al agotamiento de los recursos hídricos y a la disminución de la capacidad de los ecosistemas para retener agua.
El impacto de la escasez de agua se refleja en el estado actual de las principales presas del país, que en plena temporada de lluvias se encuentran en promedio a un preocupante 44.6% de su capacidad. Presas como las de Morelos, San Luis Potosí y Querétaro enfrentan niveles particularmente bajos, lo que subraya la gravedad de la situación, de acuerdo con información del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), publicada en Animal Político.
Además de afectar a la infraestructura hídrica, la escasez de agua tiene repercusiones directas en la población. Según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2022, el 93% de las viviendas mexicanas tienen acceso a agua entubada, pero esto no garantiza un suministro ininterrumpido y de calidad. El 33% de las viviendas con acceso al agua no disfrutan de un suministro diario, lo que obliga a los hogares a incurrir en gastos adicionales para obtener agua de otras fuentes.
Para hacer frente a estos desafíos, es crucial tomar medidas coordinadas en todos los niveles, desde los gobiernos hasta los ciudadanos. Entre las soluciones propuestas se encuentra una mayor vigilancia por parte de las autoridades para garantizar un uso más eficiente del agua por parte de los usuarios. Es preocupante que entre 2011 y 2018 el promedio de visitas anuales se haya reducido en un 70%, lo que sugiere una disminución en la supervisión de los recursos hídricos.
Asimismo, es necesario que los gobiernos mejoren los sistemas tarifarios para recaudar más recursos financieros destinados a mejorar la infraestructura hídrica, sin afectar el bienestar de los sectores más desfavorecidos de la población.
Por último, es importante subrayar que la escasez de agua en México requiere de medidas urgentes y coordinadas. Solo a través de una gestión eficiente del agua y el compromiso tanto de los gobiernos como de los ciudadanos, será posible garantizar un acceso sostenible al recurso hídrico y enfrentar los desafíos de la sequía en el país.