Regresa a Saltillo Ana Elisa Mena
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La bailarina pisará escenario saltillense esta noche acompañada de jóvenes bailarines en formación, a la espera de también alcanzar sus sueños
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Gala de Ballet
Fecha: 25 de marzo
Lugar: Teatro de la Ciudad
Hora: 20:00 horas
Entrada 60 pesos
Los bailarines Ana Elisa Mena y Roberto Rodríguez pisarán por segunda ocasión el escenario del Teatro de la Ciudad Fernando Soler, uniéndose a las celebraciones por el XXXVIII aniversario de este recinto.
Será esta noche en punto de las 20:00 horas que, en compañía de la Escuela de Danza del Estado, los bailarines ofrecerán una Gala de Ballet, donde el público podrá apreciar piezas como Giselle, Bayadera y un conjunto de canciones por la paz, que será además un homenaje a la bailarina y coreógrafa Gloria Contreras.
Conoce algunos detalles sobre Ana Elisa, Roberto y esta velada.
Cultivando el talento
Ana Elisa Mena encontró su vocación como bailarina desde muy pequeña, pues su madre, la también bailarina y coreógrafa Claudia Chávez Rossique comenzó a entrenar con ella desde que tenía un año. Tras dedicarse a ello por muchos años, bailó por primera vez en el Teatro de la Ciudad cuando tenía 13 años.
Inicio del camino
Cuando cumplió 3 años estudió en la Royal Academy of Dance, de donde egresó con el puntaje más alto. Tras participar en varios concursos y perfeccionar su técnica ingresó a la CND, donde ha protagonizado El Lago de los Cisnes, Giselle, Coppelia, Carmen, El Cascanueces entre otros.
Joya nacional
Diez años más tarde, cuando cumplió 23 años se convirtió en Primera Bailarina de la Compañía Nacional de Danza, alcanzando uno de los mayores méritos que una artista de este estilo puede alcanzar en el país. Antes de esto, ella ya había formado parte de la CND durante 5 años.
Volviendo a su tierra
No fue sino hasta los 24 años que la bailarina pisó nuevamente Saltillo durante el Festival Internacional Saltillo 2016, compartiendo en aquella ocasión con la Escuela Profesional de Danza una interpretación de El Lago de los Cisnes. Con una bella participación acompañada también por Roberto Rodríguez, el teatro abarrotado la ovacionó de pie.
De Cuba con amor
Roberto Rodríguez es primer solista de la CND y pareja sentimental de Ana Elisa. Originario de la Habana, realizó sus estudios desde pequeño y egreso de la Escuela de Artes de Cuba y a los 21 años ingresó al ballet de Monterrey. Con la CND, ha hecho el Lago de los Cisnes, Giselle, Carmen, la Bayadera entre otros.
Impulsora del ballet
La gala de esta noche será dedicada a Gloria Contreras, bailarina, coreógrafa y literata, maestra en la Universidad Autónoma de México, quien dedicó su vida a hacer del ballet un arte popular, impulsando la carrera de más de 30 coreógrafos y difundiendo en el país la ortodoxia dancística mediante la innovación.
Un regalo de vida
En su última charla con VANGUARDIA, Ana Elisa Mena aseguró que otorgar a un niño la disciplina del ballet es darle un regalo valioso de vida. “Las niñas no querían regresar (a sus lecciones de ballet) porque se daban cuenta que no era lo que pensaban y empezaba a doler, pero es ahí donde los papás deben enseñarles sobre confianza, sacrificio y determinación para hacer cosas que no son fáciles”, dijo.
Chispa natural
La disciplina que le inculcó su mamá es algo que ella agradece mucho, pues considera que de no haber sido por ella, quizá no hubiera conducido su tremendura tan bien como hasta ahora. “Yo soy muy relajienta y descarrilada de repente, entonces si a esa edad no me hubieran agarrado estrictamente yo no estaría en dónde estoy ahorita”, mencionó la bailarina.
Redes felices
En sus redes sociales, Ana Elisa Mena comparte detalles curiosos y divertidos en el salón de ensayos. Desde el momento en el que una amiga le ayuda a remendar su leotardo hasta acrobacias imposibles en los momentos de descanso. Su fotos reflejan la pasión y la alegría con la que ejerce su profesión.
Como un cuento de hadas
Ana Elisa y Roberto aseguran que es como un cuento hecho realidad: dos bailarines compartiendo escenario bailando ballet. En su charla con VANGUARDIA el año pasado, ambos aseguraron que además de los momentos mágicos sobre el escenario, tenerse mutuamente es un soporte para los momentos difíciles, como cuando están lesionados, cansados o desmotivados.
