'Sigue latiendo', una mirada a la depresión

Vida
/ 8 octubre 2018

David Beltrán, joven autor saltillense, este fin de semana presentó su primer libro titulado “Sigue Latiendo”

Fue la versión más bonita que pude hacer para retratar una venganza”.

En la actualidad las enfermedades mentales han dejado de ser un tabú para convertirse en una tendencia, quizá una moda mal encaminada y poco comprendida, lo que lleva a muchos jóvenes a sentirse incomprendidos, y a entrar en profundas depresiones y hasta cometer suicidio.

Pero no todo tiene que terminar así, a veces escribir se convierte el refugio de aquellos que no saben cómo expresar sus sentimientos, y que solo a través del papel y de las letras logran comunicarse con su entorno y lo convierten en su lugar seguro. Eso es lo que asegura David Beltrán, joven autor saltillense que este fin de semana presentó su primer libro titulado “Sigue Latiendo”.

En un pequeño coctel organizado el sábado pasado en Casa Alameda, amigos, familiares y medios se dieron cita para conocer más sobre el proyecto, y para convertirse en los primeros compradores del libro que con 100 copias y un costo de 210 pesos, casi logra agotarse en cuestión de minutos. Didi Mena, seudónimo que utiliza el autor, tuvo como invitadas a Daniela González y Sophia Coss, esta última ilustradora de la portada y amiga cercana.

En la presentación, David aseguró que el libro “nació de una manera sorpresiva, inesperada y espontánea, casi como un accidente. Todo derivado del dolor, de un momento muy difícil y muy íntimo”. “Sigue Latiendo” es una historia de ficción que le tomó a Beltrán cinco meses de arduo trabajo, en donde se habla de enfermedades mentales y todo lo que las rodea, al final afirmó que aunque él consideraba que no era perfecta su creación, sí contenía un pedazo de su alma.

$!'Sigue latiendo', una mirada a la depresión

El público reaccionaba de manera muy emotiva ante las palabras del autor, quien platicó que al final del día utilizaba un seudónimo porque quería que específicamente una persona leyera su obra, pero que sí contenía su verdadero nombre, nunca lo abriría. Sus familiares comentaron al finalizar el evento que se sentían muy orgullosos de David, pues hace más de 5 años fue diagnosticado con depresión y ansiedad, lo que no hundió al escritor, si no que lo enfocó en su obra.

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