Sobrecarga de hierro

Vida
/ 4 enero 2018

La falta de hierro deriva en anemia, pero el exceso de este nutriente puede llevar a una condición de salud indeseable. Por eso nadie debería tomar suplementos de hierro sin consultar a su médico.

Tanto si le falta como si le sobra, el hierro puede perjudicar su calidad de vida.

La carencia de este mineral en su alimentación, constituye una de las deficiencias nutricionales más frecuentes, y afecta sobre todo a las mujeres, ya que ellas pierden mucho de este elemento  durante la menstruación; y la falta de hierro puede ocasionar una anemia capaz de menguar la salud.

Pero el exceso de hierro puede ser más perjudicial que la falta de este nutriente; de hecho, puede poner en riesgo la vida de quien la padece.

La mayoría de las veces la sobrecarga de hierro se debe a la hemocromatosis, una disfunción más común de lo que se piensa y que, a menudo, permanece sin ser diagnosticada.

La hemocromatosis es una condición que facilita la absorción de hierro, el cual tiende a acumularse en los tejidos y órganos del cuerpo.

El hierro no se asimila fácilmente por el organismo. Un individuo sano absorbe tan solo 10 por ciento del hierro que ingiere con los alimentos, pero una persona con hemocromatosis puede absorber el doble; es decir, 20 por ciento del mineral ingerido.

Y el hígado se resiente
Dado que en el caso del varón el organismo no dispone de medios naturales para deshacerse del exceso de hierro (la mujer sí ya que lo elimina durante la menstruación), la cantidad extra de mineral se deposita en los tejidos y órganos (sobre todo en el hígado, el corazón y el páncreas).

En sus primeras etapas, la acumulación de hierro no produce síntomas. A veces, el exceso de hierro puede hacer que la piel se torne cobriza, bronceada o grisácea, mientras el mineral se acumula en los órganos, causando síntomas imprecisos, como dolor de estómago y fatiga.

Pero los afectados por la hemocromatosis no fallecen por este mal, sino debido a otros males asociados, entre ellos diabetes, cáncer, problemas cardiacos y cirrosis hepática.

Si la sobrecarga de hierro se descubre temprano, la enfermedad puede prevenirse mediante la extracción controlada de sangre. Pero el diagnóstico temprano casi nunca sucede.

Para los expertos, la demora en el diagnóstico de la enfermedad obedece a que los primeros síntomas, como la fatiga o el dolor en las articulaciones, son demasiado vagos. Para otros, parte del problema se debe a que la mayoría de los médicos no están suficientemente familiarizados con los trastornos que provoca el exceso de hierro.

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Y así es como empieza el peregrinar del paciente.

Muchas personas van de un médico a otro, con sus síntomas de fatiga o dolor de cabeza, sin que el profesional lo relacione con un posible exceso de hierro. Incluso algunos pacientes son derivados al psicólogo, porque el médico piensa que se trata de una persona hipocondriaca.

La dificultad para establecer el diagnóstico hace que el peligro de la hemacromatosis permanezca oculto, lo que significa que millones de personas se hallan en riesgo de desarrollar esta anormalidad.

No sin consultar
“A muchos anémicos se les prescribe hierro como una cuestión de rutina, lo que representa un peligro porque nadie debería tomar un suplemento de hierro sin haber examinado sus niveles sanguíneos de este mineral”, advierte el hematólogo estadounidense Víctor Herbert, del Hospital Mounte Sinaí, de Nueva York.

Muchos portadores de la condición conocida como hemocromatosis (que asimilan hierro en exceso) pueden tener una vida larga y saludable, pero los que ingieran suplementos de hierro pueden exponerse a una sobrecarga de este nutriente.

La gente que toma suplementos de hierro sin un control adecuado corre el riesgo de verse perjudicada en lugar de beneficiada, dice el doctor Herbert.

Para este y otros especialistas, la solución al problema de la hemocromatosis, consiste en efectuar un estudio sobre los niveles de hierro a todo adulto de más de veinte años de edad, así como una campaña de información que permita tanto a los médicos como a la gente enterarse del problema, para que la disfunción se haga más visible.

Tanto la carencia como el exceso de hierro pueden tener efectos indeseables en el organismo. 

Un trastorno común
Independientemente de la predisposición genética, la hemocromatosis puede o no desarrollarse dependiendo del estilo de vida.

Según la Organización Mundial de la Salud, entre una de cada mil y una de cada 10 mil personas desarrolla hemocromatosis. Estas proporciones varían según los países y el tipo de alimentación.

La hemacromatosis es menos frecuente en las mujeres que en los varones, debido  a que ellas se hallan más expuestas a perder hierro durante su periodo menstrual.

Además las mujeres suelen consumir menos carne roja, un alimento rico en este mineral.

El tratamiento de la hemocromatosis consiste en reducir el aporte de hierro a través de la dieta, por ejemplo, comer menos carne roja y, por otro lado, evitar los cereales y los productos (como el Quick  y el Cal-c-tose) a los cuales por lo regular se les adiciona este mineral. De la revista Health

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