Toño de Nigris: la verdadera causa de muerte del tío de Aldo de Nigris que conmocionó al futbol mexicano
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La madrugada del 15 de noviembre de 2009, en Grecia, donde jugaba para el AE Larissa, Toño de Nigris falleció a los 31 años.
El apellido De Nigris es sinónimo de fútbol, pasión y también de tragedia en Monterrey y en todo México. Entre los hermanos, Antonio “Toño” de Nigris fue quien abrió camino en la cancha con una carrera internacional prometedora. Sin embargo, su historia quedó marcada por un final inesperado y doloroso que todavía resuena entre los aficionados.
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La madrugada del 15 de noviembre de 2009, en Grecia, donde jugaba para el AE Larissa, Toño de Nigris falleció a los 31 años. Horas antes había sentido un dolor fuerte en el pecho. Su esposa, Sonia, alcanzó a pedir ayuda médica, pero el trayecto al hospital no fue suficiente.
El reporte confirmó que su muerte fue consecuencia de una condición cardíaca congénita, misma que ya había sido detectada tiempo atrás. Incluso, un médico del Ankaragücü en Turquía le advirtió del riesgo de seguir en las canchas, pero Toño decidió continuar porque el fútbol era su vida.
El recuerdo de Poncho y Aldo de Nigris
Con el paso de los años, la ausencia de Toño sigue pesando en su familia. En entrevistas, Poncho de Nigris ha recordado lo duro que fue perderlo: “Fue algo muy fuerte... ya van más de 13 años y lo seguimos extrañando”.
Por su parte, Aldo de Nigris, quien también brilló con los Rayados, ha confesado que la partida de su hermano marcó su carrera y su vida personal, convirtiéndose en una motivación extra para honrarlo dentro y fuera de la cancha.
La carrera de un futbolista de corazón
Toño debutó con Rayados de Monterrey en el año 2000, y después vistió la camiseta de equipos como América, Villarreal, Once Caldas, Puebla y Pumas. También dejó huella en ligas extranjeras en España, Colombia, Turquía y Grecia.
En total, jugó en 13 equipos y anotó 70 goles, pero más allá de las estadísticas, lo que lo hizo inolvidable fue su estilo aguerrido y su entrega absoluta.
Un legado que no muere
Más allá del futbolista, Toño de Nigris era esposo, padre y hermano, alguien que transmitía alegría en cada lugar que pisaba. Su historia es recordada por la afición no solo como la de un jugador talentoso, sino como la de un hombre noble que vivió intensamente.
Aunque se fue demasiado pronto, su legado sigue vivo en la memoria de los Rayados y de todo el fútbol mexicano.