Una heroína que salvó cientos de vidas de niños escondiéndolos en ataúdes y bolsas de basura
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Irene junto a 35 personas, ayudó y rescató a más de dos mil quinientos niños judíos. Su plan era visitar a los hogares judíos y sus familias, proponiéndoles entregaran a los menores para liberarlos.
Hace muchos años el mundo estuvo sumergido en un caos, debido a la Segunda Guerra Mundial, desde que inicio hasta su fin, millones de personas perdieron la vida. Sin duda, un momento de la historia que todos recordaremos, incluso también a los héroes que arriesgaban su propia vida, con tal de ayudar a los más necesitados.
Una historia conmovedora fue compartida por Newsner y otros medios de comunicación, donde rinden homenaje a una mujer valiente, que salvó la vida de muchos niños, en esa época devastadora y terrible.
Una enseñanza nunca olvidada
Irene Sendler conocida como “El Ángel del Guetto de Varsovia”, nació en Polonia el 15 de febrero de 1910. Cuando era niña, recibió de su padre una gran enseñanza de vida, “ayudar a los más necesitados”. A los siete años, su padre que era médico, murió por una enfermedad; por lo tanto, ella fue motivada, para seguir sus pasos y decidió estudiar enfermería.
Una guerra terrible
Es conocido que en aquel tiempo, Alemania se encontraba en plena guerra para obtener poder y territorios. Los judíos eran perseguidos por toda Europa para ser fusilarlos, por órdenes de Hitler. Irene como era devota católica, y por sus valores arraigados, no podía permitir tal atrocidad y comenzó por ayudar a varias familias.
Un plan sin salida
Los nazis crearon el Guetto de Varsovia (un área separada para la vivienda de un determinado grupo judío), concebido para exterminio en masa. En esa época la población moría de hambre, había enfermedades, existían deportaciones a campos de concentración y de exterminio. El Guetto fue la acción de resistencia judía contra el genocidio.
Ayuda sin importar las consecuencias
Irene junto a 35 personas, ayudo y rescató a más de dos mil quinientos niños judíos. Su plan era visitar a los hogares judíos y sus familias, proponiéndoles entregaran a los menores para liberarlos.
Un plan secreto
Irene ideó maneras creativas para ocultar a los menores y sacarlos de contrabando, utilizo métodos para sacarlos del país, uno de ellos era pretender que los niños estaban gravemente enfermos y así fueran trasladados a los hospitales. La mujer escondió a los niños en maletas, bolsas de basura y ataúdes.
Un registro
Irene guardaba un registro de todos los niños que salvo. Un día los nazis descubrieron que ella actuaba en contra de las órdenes de Hitler, así que fue arrestada.
A pesar de la tortura, y de ser condenada a muerte, nunca denunció el paradero de los niños. Por fortuna escapo y durante muchos años vivió bajo una falsa identidad.
Terminó la guerra
Irene entregó el registro de los niños a una organización de rescate para que ellos se encargaran de reunirlos con sus familias. Durante ese tiempo, Irene se casó y tuvo tres hijos, vivió feliz, sabiendo que había ayudado a las personas necesitadas. Finalmente murió a la edad de 98 años.
Un héroe olvidado
Irene recibió el título honorario israelí de "Justo Polaco entre las Naciones", y fue nominada para el Premio Nobel de la Paz (no obtuvo ese reconocimiento), sin embargo, en la actualidad los niños y nietos de las personas que salvó, reconocen su valentía.
Ayudar sin esperar un aplauso
Existen muchos niños y personas que necesitan ayuda. No es necesario esperar un reconocimiento público para ayudar a los necesitados; todos podemos poner un granito de arena, para cambiar la vida de los que nos rodean.
¿Cómo ayudarlos?
Existen organizaciones sin fines de lucro que se encargan de ofrecer ayuda, como por ejemplo: los bancos de alimentos, fundaciones para niños con graves quemaduras, para rehabilitación infantil, niños discapacitados, refugiados etcétera. ¡Contribuye de acuerdo a tus posibilidades!