¿Y si la dieta mediterránea frenara el asma infantil?

Vida
/ 8 agosto 2016

Se trata de un ensayo clínico que la clínica pediátrica La Palma de Ciudad Real pondrá en marcha este otoño con dos grupos de 42 niños cada uno, de 1 a 5 años, edad esta última a partir de la que el asma infantil comienza a remitir

Ahora es un proyecto de investigación, pero su objetivo es demostrar que el consumo habitual de una dieta mediterránea tradicional puede mejorar los síntomas e incluso frenar el asma infantil, una enfermedad que cursa con inflamación permanente y de baja intensidad de los bronquios.

Se trata de un ensayo clínico que la clínica pediátrica La Palma de Ciudad Real pondrá en marcha este otoño con dos grupos de 42 niños cada uno, de 1 a 5 años, edad esta última a partir de la que el asma infantil comienza a remitir.

Y es que el asma es, junto a la obesidad, una de las enfermedades infantiles más prevalentes. Consiste en una inflamación permanente de bajo grado de los bronquios que reaccionan agresivamente ante desencadenantes como virus o alergias provocando broncoespasmos, toses irritativas, mucosidad….que se controlan con tratamiento convencional antiinflamatorio, como corticoides inhaladas y fármacos broncodilatadores para abrir las vías respiratorias.

“Nuestro estudio de investigación pretende ir al fondo de la cuestión, saber por qué se inflaman los bronquios en los niños. Creemos que está relacionado con la alimentación”, explica el pediatra Fernando Calatayud, responsable de la clínica La Palma.

Esa creencia tiene su base en otro estudio analítico realizado por equipo del doctor Calatayud con un solo grupo de cien niños (de 1 a 5 años)  con asma a los que se les impuso, durante un año, además del tratamiento convencional, una dieta mediterránea tradicional en el ámbito familiar. “Lo más importante era que evitaran los alimentos no saludables”, apunta el doctor.

Los resultados de este estudio, publicado el pasado mes de abril en la revista “Alergología e Inmunopatía”, reflejan que “en el 95% de los casos no presentaron síntomas de asma tras hacer esa dieta de calidad”, explica el autor.

“Nosotros no podemos demostrar estos resultados analíticamente, pero sí clínicamente cuando observamos que desaparecen los síntomas”, precisa el doctor Calatayud.

Por eso ahora, en el nuevo proyecto de investigación se dan varios pasos más: el primero, comparar a dos grupos de niños con tratamientos convencional contra el asma, pero uno con dieta mediterránea y el otro con la dieta que habitualmente consuman.

El segundo paso, y destacado, es medir en ambos grupos los marcadores inflamatorios en saliva al inicio, a los cuatro meses y al cabo de un año.

“Desconocemos qué respuesta tendrá, es una técnica muy novedosa. Tenemos la esperanza de que algún marcador aparezca y que se produzca una bajada de parámetros”.
 

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