Activistas piden que uso de cubre bocas durante contingencia de COVID-19, no sea una barrera más para los sordomudos

Internacional
/ 25 abril 2020

Activistas y organizadores que luchan por los derechos de las personas con esta dificultad reclaman que policías, personal de salud y trabajadores utilicen barbijos transparentes para que hipoacúsicos puedan comunicarse

Activistas y organizaciones que luchan por los derechos de las personas sordas e hipoacúsicas reclaman que los trabajadores en servicios esenciales -como cajeros de supermercado, agentes de Policía o personal de salud- utilicen barbijos transparentes o máscaras faciales para poder leer sus labios o gestos y que el uso obligatorio de tapabocas "no sea una barrera más".

Este pedido es el eje del un video que se volvió viral y de un petitorio en Change.org, así como de cientos de posteos en las redes sociales en los que además solicitan "más empatía" y la "capacitación en lengua de señas" para todas las personas que trabajan en atención al público.

"Para la comunidad sorda como para todos aquellos que tenemos algún tipo de dificultad auditiva, el barbijo significa una doble barrera: distorsiona el sonido dificultando aún a quienes tienen buena audición comprender lo que se está diciendo, e impide leer los labios, que en algunos casos es una ayuda fundamental", dijo a Télam Rosario García, presidenta de la Fundación San Francisco de Asís, dedicada a promover las posibilidades de desarrollo de la persona sorda o con hipoacusia.

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"Estamos conscientes de la necesidad de usarlo, pero para quienes tenemos problemas auditivos el barbijo conlleva una dificultad adicional a la de estar aislados, que es la de no comprender lo que se nos dice en caso de necesitar ir a la farmacia, comprar comida o ir al médico", agregó.

Para García, una posible solución a este problema la constituyen las máscaras faciales o los barbijos transparentes "que permiten ver la boca" y que deberían usar "la Policía, los cajeros de supermercados, personal de salud y todos aquellos considerados servicios esenciales".

"Ustedes sí que me entienden, ¿verdad? Pero a las personas hipoacúsicas como yo, nos costaría mucho entender y las personas sordas no escucharían absolutamente nada pero tampoco podrían leer los labios", comienza diciendo la usuaria de audífono e implante coclear Mónica Leguizamón en un video subtitulado en el que aparece hablando con un barbijo casero que se saca enseguida.

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