Admite Sri Lanka que ignoró alertas sobre atentados

Internacional
/ 23 abril 2019

El gobierno reconoce que no atendió las alertas de agencias de inteligencia sobre la amenaza de un ataque de un grupo islámico radical

Las autoridades de Sri Lanka no atendieron las advertencias de agencias de inteligencia sobre la amenaza de un ataque de un grupo islámico radical al que las autoridades atribuyen los atentados del Domingo de Pascua en el que murieron casi 300 personas, dijo el lunes el ministro de Salud del país.

Las explosiones coordinadas que golpearon iglesias y hoteles de lujo en Sri Lanka fueron obra de siete atacantes suicidas de un grupo armado esrilanqués llamado National Thowfeek Jamaath, indicó el ministro Rajitha Senaratne.

Agencias internacionales de inteligencia habían alertado varias veces a partir del 4 de abril, dijo Senaratne.

El 9 de abril, el Ministerio de Defensa escribió al jefe de policía con información que incluía el nombre del grupo, señaló.

El 11 de abril, la policía escribió a los responsables de la división de seguridad judicial y diplomática.

En un primer momento no estaba claro qué medidas, en su caso, se habían tomado al respecto.

Las autoridades dijeron que se sabía poco del grupo, salvo que su nombre aparecía en reportes de inteligencia.

Debido a la disfunción política en el gobierno, dijo Senaratne, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, y su gobierno no fueron informados sobre esos reportes hasta los ataques.

El presidente Maithrela Sirisena, que estaba fuera del país en el momento del ataque, destituyó a Wickremesinghe a finales de octubre y disolvió el gabinete. El Tribunal Supremo terminó revocando su decisión, pero no se ha permitido acceder al primer ministro a reuniones del Consejo de Seguridad desde octubre.

Todos los suicidas eran ciudadanos de Sri Lanka, aunque las autoridades sospechan que tenían conexiones con el extranjero, explicó en una rueda de prensa Senaratne.

El análisis de los restos de los cuerpos de los agresores dejó claro que eran atacantes suicidas, indicó antes Ariyananda Welianga, investigador forense. La mayoría de los ataques fueron obra de una persona, salvo el hotel Shangri-La de Colombo, donde se inmolaron dos personas.

Al menos 290 personas murieron y más de 500 resultaron heridas en los atentados, el episodio más violento en el país desde el fin de una devastadora guerra civil hace una década, indicó el portavoz policial Ruwan Gunasekara.

La policía investigaba los reportes de que las agencias de inteligencia de Sri Lanka habían recibido advertencias de posibles ataques, según dijeron las autoridades el lunes.

Dos ministros del gobierno han aludido a fallos de inteligencia.

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