Alumno de UACM y trabajador de Elektra fallece por COVID-19; STPS asegura que la tienda no tiene quejas
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Coppel y Elektra son dos departamentales mexicanas que compiten por ofrecer productos en su mayoría a crédito. La primera fue exhibida esta semana como una de las empresas que incumplen medidas sanitarias, a la segunda ni siquiera se le inspeccionó porque no hubo quejas de trabajadores ante la Profedet, informó la STPS. Pero desde que inició la pandemia ambas acumulan denuncias de sus empleados: falta de protección, mismas jornadas laborales y concentración de personal. En Elektra, Banco Azteca, TV Azteca y Total Play se reportan contagios de COVID-19. Incluso alumnos de la UACM denunciaron la muerte de un compañero y acusaron negligencia laboral.
Ciudad de México.– En la avenida Dolores Hidalgo, de la colonia San Felipe de Jesús en la Ciudad de México, un cruce separa a las departamentales Coppel y Elektra, ambas abiertas de lunes a domingo, pese a la contingencia por COVID-19. La primera fue exhibida esta semana por la Secretaría del Trabajo como una de las empresas que incumplen las medidas sanitarias; la segunda ni si quiera fue revisada porque “sólo atendieron las denuncias de los trabajadores” que la Profedet les canalizó. Pero tanto las tiendas de Agustín Coppel Luken como las de Ricardo Benjamín Salinas Pliego acumulan decenas de quejas de sus empleados desde que comenzó la pandemia.
Incluso este día una nueva denuncia contra Grupo Salinas se viralizó en redes: estudiantes de la UACM responsabilizamos a sus empresas por la negligencia patronal que llevó a uno de sus compañeros a adquirir COVID-19 y a su fallecimiento el 27 de abril.
Ambas tiendas modificaron sus actividades al inicio de la Fase 3 (21 de abril), pero únicamente en cuanto a sus horarios de atención a clientes, los trabajadores siguen con sus mismas labores, platicaron a SinEmbargo. “A nosotros sólo nos dan cubrebocas y gel antibacterial y nos dicen que respetemos la sana distancia”, dice una empleada de Elektra, quien recibe a las personas que acuden a la tienda para hacer “sus abonos chiquitos” o a alguna transacción en el Banco Azteca ubicado dentro del lugar.
A unos 30 metros de Elektra se ubica Coppel, la departamental con sede en Culiacán (Sinaloa) que fue exhibida el lunes junto con Andrea, Carnival y Bolim como parte del 13 por ciento de las “empresas que se niegan a cerrar”; lo que provocó el reclamo en redes de usuarios que cuestionaban al Presiente Andrés Manuel López Obrador sobre el por qué no se incluyó a las firmas de Grupo Salinas. El lunes la tendencia ¿Y Elektra? se colocó entre las 10 más mencionadas en Twitter.
De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), sólo visitaron a las empresas que la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) señaló con más denuncias por parte de los trabajadores.
“Se atienden las denuncias que en la mayoría de los casos realizan los propios trabajadores por los diversos canales instalados para ello”, dijeron a SinEmbargo desde la dependencia a cargo de Luisa María Alcalde Luján. “Debe haber un sustento legal para una inspección, por ello los canales institucionales como la Profedet”.
Las inspecciones se realizaron apenas en abril y se dio aviso a la Secretaría de Salud de cuáles incumplían con las medidas sanitarias.
“Se están inspeccionando empresas no esenciales y esenciales. En las no esenciales se está inspeccionando que estén cerradas y en las esenciales se inspecciona que cumplan con las medidas de protección y salud emitidas por la Secretaría de Salud y con base a la NOM30?, refirió la STPS.
SinEmbargo contactó a la Profedet para conocer el criterio que utilizaron en la selección de empresas, pero hasta el cierre de esta nota no respondió.
Sobre la avenida Dolores Hidalgo, la señalada tienda Coppel redujo sus horarios con motivo de la pandemia, ahora es de 10 a 18 horas de lunes a domingo, antes era de 9 a 20 horas. En la entrada se observa un letrero con un aviso a los clientes: “Les solicitamos conservar una distancia de 1.5 metros entre casa persona al esperar ingresar a la tienda y dentro de ella”.
Afuera del Coppel se observa una larga fila de clientes que esperan entrar a la tienda, todas separadas a una distancia de 1.5 metros. En la puerta un guardia los recibe con un cubrebocas y una botella de gel antibacterial, los deja pasar en grupos de 20 y les pide que “guarden distancia” al interior del establecimiento de tres pisos.
Cruzando la calle, sobre la misma avenida, está su competencia: la tienda Elektra, que forma parte de las 11 empresas del conglomerado de Grupo Salinas, cuyo dueño, Ricardo Salinas, ha sido un crítico del aislamiento y ha rechazado las medidas del Gabinete del Presidente López Obrador.
En televisión abierta, su televisora TV Azteca, desmintió las cifras de contagios que reporta cada día Hugo López-Gatell, el Subsecretario para la Prevención y Promoción de la Salud, mientras que con sus empleados se muestra poco solidario y se niega a dejarlos trabajar desde casa, lo que ya ha causado contagios y muertes en empresas como Banco Azteca, Elektra y Total Play.
En la entrada de Elektra una empleada con cubrebocas y gel antibacterial recibe a los clientes en grupos de cinco, afuera nadie vigila la sana distancia.
Sobre los cristales se observa un letrero que señala que sus horarios permanecen sin cambios: de 9 a 21 horas de lunes a domingo. “Seguimos igual”, dice la empleada quien acomoda una bocina de la cual sale una grabación con recomendaciones por la pandemia.
Al lado de la puerta de Elektra hay un stand de Total Play, otra de las empresas de Grupo Salinas. Es atendido por una empleada con uniforme verde quien no porta cubrebocas. La oferta es variada: paquetes a partir de 400 pesos que incluyen cable, internet y línea telefónica.
Elektra, que opera más de 7 mil puntos de contacto en México, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Perú, Panamá y El Salvador, fue una de las empresas con más ganancias en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en 2019 y tuvo uno de los mayores rendimientos con un alza de 46.9 por ciento.
DENUNCIAN MUERTE DE ALUMNO DE UACM
Estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) responsabilizamos este día a Grupo Salinas por la negligencia que llevó a su compañero Rodolfo Huvy Cruz Juárez a adquirir COVID-19 y a su fallecimiento el 27 de abril.
Huvy tenía 30 años y estudiaba la licenciatura de Comunicación y Cultura en el plantel centro de la UACM y trabajaba en el área de cobranza de un call center de Elektra, ubicado en calle Rascarrabias, colonia Vértiz de la Ciudad de México.
“Aquí laboran varias filiales de Grupo Salinas que funcionan por medio de outsourcing y evitan pagar impuestos haciendo firmar a sus trabajadores hasta tres contratos”, dicen los alumnos en un video publicado en redes.
Sandra Romero, estudiante de la UACM y compañera de generación de Huvy, explicó a SinEmbargo las circunstancias laborales de su compañero:
“A nosotros nos tomó tiempo abundar sobre las circunstancias laborales del compañero, con certeza no podemos asegurar que se contagió en Elektra, lo que sí podemos asegurar es que el compañero estaba trabajando y en la medida en que nos comunicamos con sus compañeros de trabajo nos han estado informando de las negligencias y la presión para continuar con sus labores”.
Por ejemplo, mencionó, “nos comentaron que Grupo Salinas hizo una lista para que se anotaran todos los que fueran hipertensos y diabéticos para que ellos priorizaran a 150 personas, que era el número de empleados a quienes iban a permitir trabajar en casa, pero en ese grupo no estaba nuestro compañero”.
De esta lista de 150 personas muchos no tenían una computadora en casa, por lo que Elektra los hizo adquirir una a crédito en sus tiendas.
“El argumento que viene manejando Grupo Salinas es que ellos como cobradores (de Elektra) manejan datos personales y no sería correcto llevárselos a casa y con ese argumento los tienen trabajando ahí (Torre Elektra)”, refiere Sandra en entrevista.
La estudiante de la UACM agregó que los compañeros de trabajo de Huvy les comentaron que “hay una docena de contagios y que el fallecimiento de Huvy fue un detonante público. Una chica nos dijo que ayer les informaron de otro fallecimiento, pero no les dijeron en qué circunstancias”.
“Estamos intentando conocer más detalles, sabemos que cada área de oficina tenía alrededor de 50 personas y como dato adicional, los profesores de la UACM están externado la solidaridad para denunciar la precarización laboral que es muy común entre alumnos de la universidad”, detalló.