Asesinó a pedradas a su vecina, porque le robaba la luz
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Liborio ”N”, de 71 años, asesinó a pedradas a Carmen “N”, luego de que éste le reclamara el robo de luz
Tepeaca, Puebla. Tras una acalorada discusión, un hombre de la tercera edad mató a golpes a su vecina, una mujer de 35 años, quien fue herida en varias ocasiones con una piedra en la cabeza.
Los hechos se registraron cerca de las 16:30 horas de ayer miércoles, cuando vecinos de la colonia Juquilita reportaron al número de emergencia 911, que una mujer estaba herida al interior de su domicilio, por lo que se requería de las asistencias médicas.
Fue en la calle Aarón Merino Fernández sin número, a donde arribaron elementos de Seguridad Pública Municipal, así como paramédicos de la Cruz Roja, quienes revisaron el cuerpo de la mujer, el cual se encontraba boca abajo.
Tras revisar a la víctima, los paramédicos solo confirmaron que la mujer tenía múltiples heridas en la cabeza, además de que ya no presentaba signos vitales, por lo que fue declarada muerta a causa de un traumatismo craneoencefálico severo.
La zona del crimen fue acordonada por los uniformados para llevar a cabo las diligencias correspondientes por parte de personal del Ministerio Público de este distrito, además del levantamiento de cadáver.
El presunto homicida fue arrestado por los vecinos y entregado a las autoridades locales, mismo que fue identificado como Liborio ”N”, de 71 años, el cual fue traslado en calidad de detenido ante la Fiscalía General del Estado (FGE) en Puebla, donde las autoridades de×nirán su situación legal.
Sobre los hechos, se indicó que la víctima, quien fue identificada como Carmen “N”, mantuvo una discusión con su agresor, luego de que éste le reclamara el robo de luz, dando paso a un intercambio de palabras altisonantes, donde la discusión se elevó de tono, hasta que el ahora detenido tomó una piedra y golpeó a su vecina en repetidas ocasiones.
En medio de la discusión, la víctima trató de defenderse y únicamente pudo rasguñarlo en la cara, antes de perder el conocimiento y perecer en medio de un charco de sangre.
