Avances en cáncer de próstata

Vida
/ 19 octubre 2015

El tumor de próstata es el más prevalente en hombres.

Diagnóstico y tratamiento más localizados ahora son posibles gracias a los últimos avances médicos. Los principales beneficios: mayor seguridad oncológica y menos efectos secundarios, sobre todo relacionados con la potencia sexual y la continencia urinaria. El Hospital Ramón y Cajal, a la vanguardia de estas innovaciones del cáncer de próstata.

El tumor de próstata es el más prevalente en hombres. Con motivo de la XIII Reunión de Cirugía del Futuro, EFEsalud ha hablado con Francisco Javier Burgos Revilla, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, centro referente en las últimas innovaciones en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata.

Burgos explica los avances más significativos y que más han cambiado “la situación del cáncer de próstata en los últimos años y con un impacto muy trascendente para los pacientes en cuanto a seguridad oncológica y ausencia de efectos secundarios” frente a terapias clásicas. Avances que se centran en el diagnóstico y el tratamiento.

Innovaciones en el tratamiento

1. La posibilidad de mejorar la técnica quirúrgica “siendo más preciso y meticuloso”, indica el doctor Burgos, lo que hoy en día se consigue mediante sistemas de laparoscopia en 3D. Así, ahora existe la opción “de tener un dispositivo de laparoscopia tridimensional que da mucha más calidad de imagen al cirujano”, permitiendo llegar a márgenes libres de tumor con mayor seguridad y sobre todo preservar algunos nervios que permiten que el paciente, después de la cirugía, pueda mantener su potencia sexual y su continencia urinaria, algo frecuente tras la cirugía del cáncer de próstata.

2. Terapia focal en cáncer de próstata. El especialista explica que hasta ahora se tenía asumido “que había que tratar la próstata entera”, bien mediante cirugía extirpando la próstata con algunos efectos secundarios potenciales o con otras técnicas como radioterapia, con la que la totalidad de la glándula era tratada.

En cambio, hoy en día “sabemos que hay pacientes que tienen tumores de próstata localizados en un lóbulo de la próstata, y si estamos seguros de que el paciente no tiene tumor en otro sitio de la próstata, podemos llevar a cabo una destrucción selectiva de ese foco de tumor manteniendo la próstata en su sitio”, explica Burgos.

3. Neuroestimulación intraoperatoria. Se trata de una técnica más que permite obtener un mapa muy preciso durante la cirugía “de por dónde van los nervios que posibilitan la erección” (nervios cavernosos), de manera que “en distintos momentos de la cirugía hacemos una estimulación de los nervios que van pegados a la próstata y que son los que condicionan la potencia sexual y esto permite detectar modificaciones en la presión dentro del pene”. 

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