Brilla ‘Jul10 Galán’
Esta exposición es una oportunidad única de observar el trabajo del pintor coahuilense que despuntó su trabajo a nivel internacional
MONTERREY.- ‘Jul10 Galán’ es la exposición que reúne cerca de 40 pinturas en la que el artista, en un ejercicio de convergencia impecable, narra historias provistas del oscuro trasfondo de sus demonios a través de una colorida y festiva función de los colores y los elementos.
La muestra, inaugurada la noche del pasado miércoles, se exhibe en la Nave 2 del Centro de las Artes y fue organizada por el Consejo Nacional de las Artes por el comité curatorial compuesto por Marco Granados(presidente de CONARTE), Jorge García Murillo (director del recinto) y Guillermo Sepúlveda.
García Murillo explicó durante la ceremonia que el objetivo de esta propuesta es el de “ofrecer una muestra del gran artista mexicano en homenaje luctuoso a los 10 años de su partida que se cumplen el próximo 4 de agosto”.
Guillermo Sepúlveda por su parte, recordó cómo hace varias décadas un Julio Galán de 10 años de edad visitaba su galería constantemente y aunque en un principio rara vez cruzaban palabra, podía notar algo particular en aquel niño que siempre llevaba en la mano una muñeca o alguna antigüedad que quién sabe de dónde sacaba.
“Sólo se me quedaba viendo pero yo me daba cuenta de la manera en que miraba los cuadros. Un día me preguntó si podía tocar uno, se sentó en un sillón y se lo puse. Se mantuvo 20 minutos con la mirada fija, ahí había una señal extraña”, aseguró.
Los años pasaron; aquel niño pasó de la infancia a la adolescencia y, cuando apenas tocaba la adultez, ya habían pasado 10 años en los que él frecuentaba aquella galería y no había revelado más de sí mismo.
“Yo nunca permito que nadie deje obras en mi galería pero el vino y dejó una, mi secretaria me avisó que él más tarde volvería para saber qué opinaba yo. El paquete estaba envuelto, lo abrí y materialmente salté: me di cuenta de que estaba frente a algo inédito. El arte nace para asombrar, para cambiarnos la mentalidad y cuando esto nos rebasa hacemos cosas inimaginables”, mencionó.
Fue así como dio inicio la historia de Galán, quien llegaría a captar pronto la atención de todo México y de Estados Unidos, luego de un primer día en el que él lamentaba que moriría pronto: así viviera 100 años estos jamás sería suficientes para terminar de decir todo lo que traía en la cabeza.
La emblemática muestra representa una oportunidad única ya que las piezas que la integran forman parte de una recolección entre coleccionistas institucionales como el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, privados y su familia.
Entre una gran audiencia que se dio cita para la apertura de la exposición se encontraban su tía Sofía, sus sobrinos y su hermana Lissi quien fue la musa de Galán en diversas ocasiones pero que durante la velada prefirió no hacer comentarios ni aparecer en fotografías.
Sin embargo también asistió Mara Sepúlveda, hija del galerista que con notable emoción se paseaba entre los numerosos espectadores asegurando que aquello era verdaderamente Julio Galán, a quien intermitentemente conoció desde los 13 años.
“El era un hombre sumamente dulce, inteligente y muy brillante, nada se le pasaba. Era un hombre muy trabajador, decían que el pintaba ‘estando mal’ pero no es cierto, Julio practicaba una disciplina férrea, muy certero a su persona, nunca fue alguien que no fuera él”, aseguró.
En la exposición también se observan fotografías conviviendo con Andy Warhol, al muñeco Morelio que fue su gran amigo de vida sumados a los grandes y medianos formatos que, señalados con una iluminación tenue y el ambiente oscuro, crean el ambiente ideal para la observación de la obra.
“Les pido que observen tranquilos, es una exposición que invita a verse 3 ó 4 veces, tiene muchas claves, símbolos y arquetipos que cuando los vemos reaccionamos aunque no sabemos por qué, pero ahí están. Es un gran artista y es nuestro, siempre he dicho que los valores grandes de un país son sus creadores, ellos son la gente que constituye y estructura verdaderamente la identidad de un país”, aseguró el galerista.
La muestra es, sin duda, una evidencia del emblemático autorreferencialismo del pintor que se unió a los valores del neomexicanismo para plasmar una obra inquietante y llamativa que provoca mirar y analizar el uso de la técnica y sobre todo del autoexorcismo más allá de su homosexualidad y los rumores que rondan alrededor de su persona.