Carlos Bracho y David Silva

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Con la llegada de octubre quien estuvo de manteles largos el viernes 6 fue el primer actor Carlos Bracho por su cumpleaños número 80 al haber nacido en la misma fecha en Aguascalientes en 1937.
Si bien Bracho se inició como actor de la pantalla chica a mediados de la década de los 60 su presencia no pasó inadvertida para los productores y directores de cine debutando en la industria fílmica en el año de 1968 en la cinta “Los ángeles de Puebla”, donde compartió créditos con Julio Alemán, Kitty de Hoyos, María Elena Marqués y el primer actor saltillense Fernando Soler, entre otros más.
A Bracho le tocó el privilegio de ser el último galán de la diva María Félix en cine al protagonizar a su lado la última película de su filmografía que fue “La generala”, de Juan Ibáñez, en 1970, donde realizó un doble papel; de ser dirigido por quien descubrió a “La Doña” para debutar en “El peñón de las ánimas” en 1943, Miguel Zacarías, en el drama “Claudia y el deseo”, al lado de Maricruz Olivier y Guillermo Murray; de ser uno de los galanes de Irán Eory en la versión para cine de “Rubí”, bajo la dirección de Carlos Enrique Taboada; interpretó al poeta Ramón López Velarde en “El vals sin fin”, de Rubén Broido, junto a Ana Luisa Peluffo en 1972 y bajo la dirección de otro maestro como Alejandro Galindo participó en “San Simón de los Magueyes”, junto al actor coahuilense Julio Almada, en 1973.
Bajo la dirección de otro maestro de la Época de Oro del cine mexicano como Julio Bracho protagonizó “Espejismo de la ciudad”, en 1976, compartiendo créditos con Rita Macedo y Sergio Bustamante; bajo las órdenes de Marcela Fernández Violante estelariza la épica “Cananea”, junto a Yolanda Ciani y Milton Rodrigues, en 1978 y en 1982 es dirigido por el cineasta español Carlos Saura en la coproducción “Antonieta”, sobre la vida de Antonieta Rivas Mercado interpretando al célebre José Vasconcelos y donde actuó al lado de la francesa Isabelle Adjani, la alemana Hanna Schygulla y los primeros actores Ignacio López Tarso y Diana Bracho, entre otros más.
El lunes 9 canales como el 22 nacional iniciaron toda una semana de proyecciones de películas en el horario del mediodía del primer actor David Silva puesto que justo ese día se cumplía el centenario de su nacimiento en la Ciudad de México en 1917, destacando sus colaboraciones como actor fetiche del mencionado Don Alejandro Galindo como “Una familia de tantas”, de 1949, donde compartió créditos con el también mencionado primer actor saltillense Fernando Soler y Martha Roth así como “Espaldas mojadas”, de 1953 por la que fue nominado por tercera ocasión al premio Ariel al Mejor Actor habiendo ganado por única vez la estatuilla en 1946 por el clásico “Campeón sin corona” y siendo nominado por segunda ocasión por “¡Esquina bajan!”, de 1948, también dirigidas por Galindo.
En 1952, y como se pudo ver en el reciente homenaje del centenario de “El Santo” en la Secretaría de Cultura, David Silva protagonizó una serie de películas también clásicas dentro del género de luchadores interpretando nada menos que a “Huracán Ramírez”, bajo la dirección de Joselito Rodríguez, personaje que dejó de interpretar en la década de los 70 al serle amputada su pierna por la diabetes y limitando así sus apariciones en la pantalla grande. Con todo, intervino en clásicos del llamado “nuevo cine mexicano” como “El topo” (Alejandro Jodorowsky, 1970); “El castillo de la pureza” (Arturo Ripstein, 1972); “Los albañiles” (Jorge Fons, 1975) y su última película fue el clásico de culto “Alucarda”, de Juan López Moctezuma, en 1977. Muchas felicidades a los dos.
Comentarios a: tesse_69@hotmail.com