Casa de subastas, Christie’s, cumple 250 años

Vida
/ 22 julio 2016

    En las primeras pujas se subastaban cerdos, gallinas, estiércol, pájaros poco comunes, bulbos de tulipán, pacas de heno, sábanas, edredones y un ataúd especial.

    La casa británica de subastas Christie's cumplirá el próximo 5 de diciembre nada menos que 250 años desde que celebró su primera puja, pero los festejos por tan redonda fecha ya han comenzado.

    El pistoletazo de salida lo marcó una exposición de préstamos de obras maestras, de Holbein a Constable o Damien Hirst, que se vendieron en sus sedes al mejor postor a lo largo de este cuarto de siglo. Y la subasta de unas 25 obras de arte británico que la acompañó batió ocho récords mundiales, afirma la casa.

    "A la hora de elegir nos orientamos por lo que habría escogido el fundador, James Christie, y claramente fue un éxito", cuenta a dpa Jussi Pylkkänen, presidente de Christie's. Según afirma, el "espíritu innovador" de éste sigue hoy reinando en la compañía, que cuenta con una red mundial de 2,500 empleados y factura un volumen de ventas anual de 4,800 millones de libras (unos 5,700 millones de euros).

    Tanto en vida de Christie (1730-1803) como ahora, la cuestión clave era "el intercambio cultural" y el contacto con artistas contemporáneos, explica Pylkkänen. "James Christie fue en su día decisivo para el establecimiento de un centro cultural en Gran Bretaña". Y es que en aquel entonces aún no existían ni la Royal Academy (fundada en 1768) ni la National Gallery (fundada en 1824).

    Entre los amigos de este visionario figuraban destacados representantes de la Ilustración, coleccionistas y artistas como Joshua Reynolds o Thomas Gainsborough, cuyas primeras exposiciones públicas tuvieron lugar en Christie's. Según Pylkkänen, "la influencia de la comunidad artística en el cambio social del siglo XVIII fue enorme". Y con la Declaración de Independencia de Estados Unidos en 1776, éste cambio traspasó las fronteras nacionales.

    James Christie, al que hasta finales del siglo XIX siguieron tres generaciones con el mismo nombre, golpeó por primera vez el mazo en una sala no lejos de la actual central, en el distinguido barrio londinense de St James.

    En las primeras pujas se subastaban cerdos, gallinas, estiércol, pájaros poco comunes, bulbos de tulipán, pacas de heno, sábanas, edredones y un ataúd especial. Pero apenas un año después, el empresario escocés amplió la oferta a lienzos y objetos de lujo gracias a las buenas relaciones que cultivaba con la élite artística e intelectual de su tiempo.

    El acceso a los elevados círculos sociales y reales, desde Francia a Rusia, estaba garantizado, y el negocio reflejaba las turbulencias políticas y sociales. Así, la salida al mercado de obras de arte tras la confusión que reinó durante la Revolución Francesa de 1789 marcó una nueva época dorada en Christie's, al igual que la venta de joyas tras la Primera Guerra Mundial.

    En abril de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, la sede de Christie's, en la King Street, fue víctima de bombardeos alemanes. El archivo quedó parcialmente destrozado y las obras de arte, saqueadas. Christie's tuvo que esperar 12 años para poder regresar al edificio.

    Entre los hitos subastados a lo largo de estos 250 años figura un caballo pintado por George Stubbs que entre 1780 y7 2011 pasó cuatro veces por Christie's. En la categoría de curiosidades y antigüedades figuran un caza británico Spitfire, un equipamiento de fútbol de piel o el "little black dress" de Audrey Hepburn en "Breakfast at Tiffany's".

    Recientemente, la casa también subastó la chaqueta de cuero de Albert Einstein y su reloj de bolsillo. Un manuscrito firmado por Johann Sebastian Bach se vendió al mejor postor por aproximadamente tres millones de euros, mientras que la compra de un lienzo de Rubens por casi 45 millones de libras fue uno de los hits de la primera mitad de año.

    Se dice de James Christie que elevó la subasta a una forma de arte. Y según Pylkkänen, eso es algo que sigue vigente. "Es como en el teatro: el subastador conduce un monólogo, es como un actor que se dirige a su público", explica. Pero además, el cambio tecnológico ha trasladado el negocio a una nueva dimensión.

    En torno a un 28 por ciento de las ventas se realizan actualmente online, y la tendencia es claramente al alza. El smartphone ha hecho de "Christie's Live" una realidad, de manera que las subastas se pueden seguir en tiempo real. Pylkkänen lo tiene claro: "El mundo del arte ofrece muchas posibilidades para la revolución cultural".

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