The Cloverfield Paradox: un monstruo que no rescata del hoyo

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/ 10 febrero 2018

    El domingo pasado, como ya es tradición durante un evento como el Super Tazón, se estrenaron algunos de los comerciales más espectaculares, lo mismo que las películas más anticipadas del año aún en pañales.

    Así, además de los avances de cintas como el más reciente spinoff de la saga de “Star Wars” que ahora será “Solo”, de Ron Howard, o el siguiente capítulo de la serie de “Misión: Imposible-Fallout”, de Christopher McQuarrie, entre otras, muchos nos vimos sorprendidos por el anuncio que a partir de ese mismo día se encontraría disponible a nivel mundial a través de la plataforma de Netflix, la tercera cinta de temática, en apariencia relacionada a las de “Cloverfield: Monstruo” (Matt Reeves, 2008) y “Avenida Cloverfield” (Dan Trachtenberg, 2016) bajo la producción todas ellas de J.J. Abrams, responsable de haber dado un “segundo aire” e inclusive “jonrón” con reeboots o secuelas a filmes ya clásicos del género de la ciencia ficción como “Star Trek” o “Star Wars”.

    Teniendo este antecedente y el exitoso estreno en directo en esta misma plataforma, el pasado mes de diciembre de la superproducción “Bright”, con Will Smith, se antojaba una grata sorpresa la de que los estudios Paramount hubieran decidido estrenar en asociación con Netflix “The Cloverfield Paradox”, de Julius Onah pero …. a diferencia de las “Cloverfield” anteriores que desde sus primeros diez minutos del detonador de la historia, tenía enganchado al espectador, quizás por llevar implícito el título de “paradoja” es que tanto se tomaron en serio, el director y sus respectivos guionistas ese término que sin un coherente hilo conductor que siquiera rescatara algún elemento de las películas anteriores, pues la historia se va deshilando hasta el punto de deshacerse por completo.

    Y es que si, por ejemplo se hubiera tomado como referencia el terror claustróbico de un departamento o un bunker de manera respectiva de las entregas anteriores,  “The Cloverfield Paradox” inicia con el dilema moral de una científica de nombre Hamilton (Gugu Mbatha-Raw) en el interior de un automóvil quien decide  lanzarse a una misión espacial para combatir una crisis energética en un planeta al borde de la guerra, para acto seguido ser parte de la tripulación del Shepard junto a un grupo de colegas cuya selección de grupos étnicos que incluye europeos, afroamericanos, asiáticos y latinos es evidente que responde al reclamo de diversidad en las pantallas.

    Pero bueno, si bien este pudiera haber sido un acierto, y que en la tradición de “Alien” la protagonista sea mujer y aguerrida como la memorable “Ripley” de Sigourney Weaver, conforme la trama va transcurriendo “The Cloverfield Paradox” no sólo se queda muy por debajo de la saga iniciada por maestros del género como Ridley Scott o James Cameron, sino el hecho de que un misterioso personaje irrumpa de manera literal intempestivamente en la nave durante su travesía para adentrarlos en una extraña realidad alterna la llevó mucho mejor a cabo el cineasta británico Paul W. S. Anderson (“Resident Evil”) en el clásico “Event Horizon”, de 1997.

    Por ello es que basados en un guión sin pies ni cabeza y diálogos muy pobres, aquí para cuando aparece el monstruo que en capítulos previos se asomaba en momentos climáticos que le daban mayor firmeza al terror de la historia, la película se hundió ya en el hoyo negro del olvido.

    Comentarios a: alfredogalindo@hotmail.com
     Twitter: @AlfredoGalindo

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