Con amparos bloquean proyectos de la Cuarta Transformación: AMLO

Nacional
/ 7 julio 2019

En su mensaje, abordó también el tema de la oposición de algunos sectores que antes no protestaban cuando se robaban el dinero del pueblo, ahora ya protestan en contra de nosotros

Las Margaritas, Chis. El presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó nuevamente en contra de los opositores a sus proyectos, al asegurar que le llueven los amparos para frenarlos. En su primera visita a esta zona llamó al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a ya no pelearse y trabajar en unidad. Podemos tener diferencias, pero respetamos mucho ese movimiento, “mi recomendación fraterna, respetuosa, es que no nos peleemos, que ya basta de divisiones, que necesitamos unirnos todos.

“Como esa estrofa del himno de Chiapas: ‘Que se acabe la odiosa venganza, que termine por siempre el rencor, que una sea nuestra sola esperanza y uno también nuestro amor’. Todos juntos, unidos como hermanos, respetándonos”.

En su mensaje, abordó también el tema de la oposición de algunos sectores que antes no protestaban cuando se robaban el dinero del pueblo, ahora ya protestan en contra de nosotros. Si nosotros somos del pueblo, si nosotros surgimos del pueblo, si nosotros no somos rateros; que vayan a protestar y que vayan a reclamarle a los que se dedicaban a saquear, no a nosotros.

En su primera visita como Presidente de la República a la comunidad de Guadalupe Tepeyac, en este municipio –cuna del zapatismo–, recordó que en su momento ese movimiento sirvió para que se conociera la realidad de los pueblos indígenas, aunque dijo que él sí lo sabía –pero muchos no–porque trabajó seis años en la región indígena maya chontal de Tabasco.

Cuando se da este levantamiento muchos voltean a ver a las comunidades y esto ayuda para que se conociera una realidad de abandono, de opresión, de injusticias, de marginación. Por eso es que se mejoraron algunos caminos después, porque surgió ese movimiento.

Al continuar su gira por hospitales rurales –donde ofreció acabar con el cementerio de obras de salud que heredó–, el mandatario federal aclaró que esta es la tercera ocasión en que ha estado en Guadalupe Tepeyac. Lo conocí hace 25 años, “vine la primera vez en 1994, cuando el levantamiento zapatista –ya pasó tiempo–. Luego regresé como dos o tres años después, porque se tensaron mucho las cosas y hubo un momento en que estuvo a punto de reiniciar la confrontación armada, y vine acompañando al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas para que se optara por la paz, que a nadie convenía la violencia y la confrontación”.

Al adentrarse en territorio zapatista –patente a través de mantas, pintas, anuncios en el recorrido por tierra que hizo desde temprana hora por Las Margaritas, Altamirano y Ocosingo, con leyendas como: Está usted en territorio rebelde zapatista. Aquí el pueblo manda y el gobierno obedece–, resaltó que al paso de los años decidió luchar por la vía pacífica y por la vía electoral.

“Hay la visión de que se puede transformar de dos maneras una realidad de opresión: una forma es por la vía armada, como lo hicieron nuestros antepasados en la Independencia, la Reforma, la Revolución... Pero en mi caso pensamos –y esa fue nuestra apuesta– que se podía transformar sin la confrontación, sin la violencia, por la vía pacífica y por la vía electoral a pesar de los pesares”, al recordar que nos robaban las elecciones, había fraude.

Subrayó que pese a que estaban los dados cargados, las cartas estaban marcadas, nunca dejamos de insistir en las elecciones. Sabíamos que iba a llegar el momento en que la gente iba a tomar conciencia y que ya no les iba a servir ninguna trampa, ni el reparto de despensas, ni la compra del voto, ni la entrega del frijol con gorgojo. Y así llegamos. Se triunfó, insistió, “porque fue mucho tiempo de lucha, fuimos perseverantes, tercos, hasta lograr esta transformación.

Por eso respetamos mucho al movimiento zapatista y mi recomendación fraterna, respetuosa, es de que no nos peleemos, de que ya basta de divisiones, que necesitamos unirnos todos.

El Presidente apeló a que haya libertades plenas, completas, que nos respetemos, que cada quien tenga su religión y que se le respete; que se respete la libertad de creencia, que se respete la libertad de pensamiento, la diversidad, que seamos, no tolerantes, respetuosos de todos y que nos hermanemos.

En esta gira, en la que estuvo acompañado por el gabinete de salud y del gobernador Rutilio Escandón, aseguró que no tolerará la simulación en obras y servicios en el sistema de salud.

Yo ya llevo tantos años en estas luchas, pues ya sé cómo se simula, cómo se pretende engañar, pero yo no tengo la cara, no me van a ver la cara a mí, eso sí se los aseguro, dijo tras visitar el Hospital Rural de Guadalupe Tepeyac –que fue construido en 1993 en este que fue uno de los principales bastiones del EZLN–. Cuando inauguraron ese nosocomio, recordó, vinieron, cortaron el listón y se fueron, y quedó vacío. Entonces, no queremos ya esa simulación, va en serio.

Más tarde, en Altamirano, donde se atiende a todas las etnias de origen tzeltal, tojolabal, tzotzil y lacandones, resaltó la importancia de abastecer de médicos, especialistas, medicinas y equipo a los hospitales en las comunidades más marginadas y alejadas, al mencionar que cuando le dio un infarto me salvé, porque a los 15 minutos llegué a un hospital y me intervinieron.

Garantizó que se van a aplicar a fondo para poner orden en todo el sistema de salud, y rechazó la desaparición del programa IMSS Bienestar, al que pertenecen los hospitales rurales.

Por la noche, en Ocosingo, ofreció acabar con el cementerio de obras de salud que heredó su gobierno. No exagero, nos dejaron como 200 centros de salud y hospitales inconclusos. En algunos casos, sólo eran fachada.

En cada uno de los hospitales que visitó, dialogó con personal médico y hasta con pacientes.

También dijo que se modernizará la carretera de Palenque a San Cristóbal de Las Casas, lo que fue muy celebrado.

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