Confiesa asesino de niña colombiana, acepta que la secuestró, violó y asesinó
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Rafael Uribe Noguera admitió ante la Fiscalía ser el culpable de la muerte de la menor de 7 años, pese a que había negado los cargos durante la audiencia de imputación
Frente las abrumadoras pruebas que demuestran su culpabilidad en la violación y muerte de la niña Yuliana Samboní, Rafael Uribe Noguera optó por confesar a las autoridades colombianas su participación en el hecho, una decisión que buscaría reducir los cargos y su eventual sentencia.
El arquitecto de 38 años había negado "por recomendación de su abogado" en la audiencia judicial los cargos que se le imputan, de haber secuestrado, torturado, ultrajado y asesinado a Yuliana, de 7 años, en un caso que estremeció al país. Sin embargo, el reporte forense y las pruebas genéticas indicaron que no hay dudas sobre su responsabilidad en el crimen, al encontrar material biológico de Uribe en el cuerpo de Yuliana.
Según reportó El Espectador, Uribe Noguera estaría buscando con su admisión de culpabilidad llegar un acuerdo para la fiscalía, con la mira puesta en evitar acusaciones de tortura y secuestro, además de lograr que sus hermanos, Francisco y Catalina, queden libres de cualquier cargo, ya que están investigados por una posible alteración de la escena del crimen.
Sin embargo, no lograría una reducción de pena, ya que el Código de Infancia colombiano impide una rebaja para crímenes cuyas víctimas son menores de edad. La condena está calculada en 60 años, la máxima permitida en el código penal. Su única posibilidad sería si es que tiene algún cómplice al que acusar, para poder entrar en la figura de colaboración eficaz.
Miembro de una adinerada familia de Bogotá, Uribe Noguera es señalado de haberse llevado a la niña indígena el 4 de diciembre pasado de un humilde barrio en el este de la ciudad hasta un apartamento de su propiedad, en una zona cercana, y donde fue encontrado el cadáver de la menor.
El sospechoso se encuentra en una prisión de máxima seguridad en el sureste de Bogotá a la espera del juicio en su contra, mientras el caso continúa impactando a Colombia.
El pasado viernes, el vigilante que estaba de turno en el edificio donde ocurrió el crimen fue hallado muerto en su casa.