Confirman la inocencia de Mónica Esparza, detenida y abusada por la Policía de Torreón
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En febrero de 2013 abusaron de ella física y sexualmente, mataron a su pareja y desaparecieron el cuerpo
Torreón, Coahuila. - El Primer Tribunal Unitario de Coahuila confirmó la sentencia absolutoria de Mónica Esparza, detenida arbitrariamente por la Policía Municipal de Torreón, cuyos elementos en febrero de 2013 abusaron de ella física y sexualmente, mataron a su pareja y desaparecieron el cuerpo.
Melisa Zamora, directora jurídica del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, informaron que se determinó la total inocencia de Mónica, cerrando un caso que marcó un precedente en materia de abusos policíacos en contra de personas inocentes.
Mónica hasta ahora no ha expresado su deseo de interponer un recurso de reparación del daño, siempre manifestó que para ella lo más relevante era recuperar su libertad y que se atiendan otros casos de mujeres que han vivido lo mismo.
El trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU, ordenó la reparación integral del daño hacia Mónica; sin embargo, en el uso legítimo de su libertad, ha optado por dejar las cosas como están y continuar con su vida.
Mónica fue detenida el 12 de febrero de 2013 aproximadamente a las 10:00 horas por 4 hombres y 1 mujer que tripulaban una patrulla de la policía municipal de Torreón mientras viajaba, con su pareja y su hermano, a bordo de una camioneta propiedad de su padre.
La policía los llevó a la Dirección de Seguridad Pública de Torreón, a una bodega en donde introdujeron primero a la pareja y al hermano de Mónica, mientras ella se quedó en la camioneta por aproximadamente dos horas.
Posteriormente llegó un oficial y mientras amenazaba con asesinarla, la introdujo a la bodega en donde estaban su hermano y su pareja.
Ya en la bodega y después de que le retiraran la prenda que le cubría la cara, Mónica pudo ver que tanto su hermano como su pareja habían sido torturados; en el lugar había hombres vestidos como militares y como policías municipales.
Mónica, su pareja y su hermano fueron torturados de manera brutal, fueron sacados de la bodega y los llevaron a las oficinas de la Dirección de Seguridad Pública, donde los dejaron encerrados en uno de los baños.
Estando encerrados en ese baño se presentó una persona que se identificó como actuario del Poder Judicial de la Federación; esta persona les dijo que la madre de Mónica había presentado una demanda de amparo a efectos de que cesaran los actos de tortura e incomunicación.
Sin decirle los cargos que pesaban sobre ellos, Mónica y su hermano fueron trasladados en avión a la Ciudad de México.
En las oficinas de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), un agente del Ministerio Público de la Federación amenazó con matar a su madre y sus hijas si no firmaba la hoja que le puso a la vista, por lo que firmó lo que después supo era una confesión de delitos.
Mónica estaba siendo procesada por los delitos de Secuestro y Posesión de Armas de Uso Exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea en el Juzgado Primero de Distrito en la Laguna, Torreón. Ella se encontraba recluida en el Centro Femenil de Readaptación Social de Coatlán del Río (CEFERESO 16), Morelos.
Es importante señalar que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos documentó el caso desde los primeros días en que sucedió y el 13 de abril de 2016 emitió la Recomendación 15/2016 en la que reconoce la existencia de retención ilegal, tortura y violencia sexual y ejecución arbitraria en contra de las víctimas; los puntos recomendatorios no han sido cabalmente cumplidos.
El caso de Mónica está documentado en el informe “Sobrevivir a la muerte, tortura de mujeres por policías y fuerzas armadas en México”, publicado en 2016 por Amnistía Internacional, y en el informe “Mujeres con la frente en alto, informe sobre la tortura sexual en México y la respuesta del estado”, publicado en 2018 por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
El juez federal Yuri Alí Ronquillo Vélez reconoció la inocencia de Mónica Esparza y ordenó su libertad. Sin embargo, la FGR presentó un recurso de apelación alegando que las pruebas obtenidas bajo tortura son válidas bajo “ciertas excepciones” y este mes el Primer Tribunal Unitario de Coahuila confirmó la sentencia absolutoria, reiterando el rechazo total a las pruebas derivadas de las graves violaciones a los derechos de Mónica.