Coronavirus no frena crimen ni corrupción en México
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Se ve remota una mejora según un informe de International Crisis Group (ICG)
BRUSELAS, BÉL.- La “pandemia” de inseguridad que vive México no da tregua, ni siquiera en época de crisis sanitaria por coronavirus, alerta en un informe la organización especializada en solución de conflictos, International Crisis Group (ICG).
Sostiene que la competencia criminal sigue siendo feroz, la corrupción generalizada y los arreglos entre la policía y la delincuencia continúan siendo una práctica desenfrenada.
“Las tasas de criminalidad están aumentando en todo México, a medida que los carteles se dividen en grupos más pequeños que compiten ferozmente por el territorio”, señala el documento.
La perspectiva de una mejora de la situación parece aún más remota por la estela destructiva que dejará el paso de COVID-19 en el tejido socioeconómico del país.
“Al igual que a lo largo de todo México, las perspectivas inmediatas para reducir la violencia en Guerrero son desalentadoras, especialmente en un momento en el que la pandemia y sus efectos económicos amenazan con acaparar la atención oficial y drenar los recursos públicos”.
La organización tiene sede en Bruselas y sus informes son referentes de instancias como la ONU y el Parlamento Europeo. Se distingue por su Comité Directivo, integrado entre otros, por la antigua representante de la política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini; el exprimer ministro de Suecia Carl Bildt, y el almirante estadounidense retirado William McRaven.
“La promesa audaz de traer paz a México impulsó la victoria (del ahora mandatario) Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de julio de 2018 (...) Sin embargo, el crimen ha demostrado ser más tenaz de lo que se esperaba.
“Con 35 mil 588 casos registrados, en 2019 se registró el mayor número de homicidios en la historia de México, superando las marcas establecidas en 2017 y 2018”, subraya.
El documento centra su investigación en Guerrero, estado clasificado como el epicentro del crimen organizado en México, así como el mayor desafío para la administración de López Obrador y su apuesta por reducir la violencia criminal sin usar la fuerza militar.
Detalla que el territorio guerrerense ilustra cómo la delincuencia, después de sobrevivir la respuesta militar a la problemática de las drogas y corromper a un gran número de funcionarios, se ha fragmentado y diversificado.