Creció en 2017 el número de niños afectados por las guerras: ONU
COMPARTIR
TEMAS
Reporta 21 mil casos verificados de violaciones a sus derechos
El número de niños afectados por conflictos armados en el mundo, así como la gravedad de las violaciones que los afectan, aumentó en 2017 respecto del año anterior, de acuerdo con el más reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Publicado ayer, el reporte verificó más de 21 mil violaciones graves a los derechos del niño, de enero a diciembre de 2017, un incremento notable respecto de los 15 mil 500 incidentes de violencia contra menores reportados en 2016.
La representante especial de la ONU para el tema de niños y conflictos armados, Virginia Gamba, dijo que el documento muestra cómo en demasiadas situaciones las partes en conflicto sienten total desprecio por cualquier medida que pueda contribuir a proteger a los más vulnerables del impacto de la guerra.
Las crisis que se desencadenaron en la República Centroafricana (RCA), la República Democrática del Congo (RDC), Myanmar, Sudán del Sur, Siria y Yemen provocaron un aumento considerable de las violaciones graves verificadas.
En Siria, los niños han sufrido la mayor cantidad de violaciones registradas en el país. Al respecto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reportó que los combates han desplazado a unos 20 mil menores y sus familias en sólo tres días, y han provocado la muerte de cuatro menores.
En la República Democrática del Congo, las crisis en los Kasais incrementaron ocho veces los ataques a escuelas y hospitales al registrar 515.
En una tendencia atroz, de acuerdo con Gamba, casi la mitad de las 881 bajas infantiles verificadas en Nigeria se debieron a ataques suicidas, incluida la utilización de niños como bombas humanas.
Más de 10 mil menores de edad fueron asesinados o mutilados en 2017, y las cifras aumentaron sustancialmente en Irak y Myanmar, mientras permanecieron inaceptablemente altos en Afganistán y Siria.
Cuando su propia casa o su escuela pueden ser atacadas sin consecuencias, cuando los refugios tradicionales se convierten en objetivos de guerra, ¿cómo pueden los niños y las niñas escapar de la brutalidad?, preguntó Gamba.