De qué diablos les sirve el gobernador Moreno Valle

Politicón
/ 27 enero 2016

La ecuación es simple, la ecuación de él, sobre él. En el PAN hay tres aspirantes a la candidatura presidencial. Uno es el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle. Puebla tendrá elección de gobernador este año. Si el PAN pierde, Moreno Valle quedaría fuera de la competencia. Por eso, el 5 de junio él se juega una dura ronda eliminatoria camino al 2018.

He escuchado de funcionarios de distinto signo y tamaño que la mayor virtud de Moreno Valle es ser un “gran operador”. Pero operación es lo que le ha faltado para concretar una alianza con el PRD (como la de 2010) que eleve la probabilidad de victoria en junio.

Veamos primero las dimensiones. El PAN de Moreno Valle superó al PRI en 2015 en 11 de los 16 distritos electorales. Con los votos del PRD no habría revertido ninguna de las cinco derrotas. El PRD, en tanto, quedó debajo de Morena en 13 de los 16 distritos. Juntos, PRD y Morena sumaron más que PAN y PRI en los tres distritos de la capital y en Cholula. Es un PRD débil, aunque de algo ayudaría llevarlo de aliado en unos comicios que apuntan a ser muy reñidos. De ahí que quizá el referido talento de Moreno Valle sea un mito que se derrumba al enfrentar su primer desafío en la categoría de los pesos completos: vencer al PRI de Peña Nieto y Beltrones.

El presidente nacional del PRD, Agustín Basave, y la presidenta del PRD en Puebla, Socorro Quezada, dejaron ayer en estado de coma a la alianza. Las palabras de ambos, expresadas en lugares y ambientes distintos y lejanos, sonaron idénticas: no les gusta Moreno Valle, se sienten agraviados por él, tiene encarcelados a “compañeros” por protestar (hay recuentos que marcan 231 casos en cinco años), se mete sin escrúpulos en la vida del PRD poblano.

“Hay una política represiva de su gobierno contra los movimientos sociales”, me dice Socorro Quezada. “Y no tiene política social, ni política agropecuaria ni interés en sacar propuestas legislativas de manera conjunta”.

–Forzar la alianza con él haría que los votos de la izquierda le cayeran en canasta a Morena –le digo a Socorro.

–Sí. Los perredistas no queremos la alianza. La quieren los que se identifican con el morenovallismo. Y hay encuestas que indican que, en alianza con el PAN, el PRD tendría 2% de los votos, y que sin alianza con ellos podríamos llegar al 8%.

Faltan 40 días para que venza el plazo de registro de alianzas en Puebla. Veremos si el operador Moreno Valle reacciona. Si es algo más que un mito pueblerino.

Lo que cuesta entender es la terquedad de ciertos perredistas que insisten en formar una alianza que muchos de los suyos reprobarían en las urnas. La lógica indicaría que tendrían que concentrarse en vencer a Morena en Puebla y en todo el País para demostrar que siguen siendo la principal fuerza de la izquierda mexicana.

En ese objetivo, de qué diablos les sirve el gobernador y precandidato del PAN Moreno Valle. De qué diablos les ha servido. 
  
MENOS DE 140 En la nueva reforma electoral, el PRI empujará para que Meade, Osorio, Nuño, Videgaray puedan estar en los spots, como López Obrador.

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