Decisiones de vida o muerte en la cumbre de protección de especies
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Según el último censo de elefantes, en 18 países africanos viven solo cerca de 352,000 ejemplares, mientras que antes de que los europeos entraran en África se estima que había hasta 20 millones.
Los cazadores furtivos dispararon a Luggard en la pata derecha trasera cuando apenas tenía un año. El pequeño elefante quería proteger a su madre, a la que habían matado por sus colmillos, pero medio año después cojea con una infección por el parque nacional de Nairobi, a las afueras de la capital keniana.
El marfil está muy cotizado, sobre todo en los países asiáticos, especialmente en China y Tailandia. En los próximos días se podrían acordar leyes más estrictas de comercio nacional, lo que contribuiría a restringir el comercio ilegal internacional. El sábado comienza la 17 cumbre de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), que este año se celebra en Johannesburgo, la metrópolis económica sudafricana.
Según el último censo de elefantes, en 18 países africanos viven solo cerca de 352,000 ejemplares, mientras que antes de que los europeos entraran en África se estima que había hasta 20 millones. En 1979 aún quedaban 1,3 millones. A pesar de la prohibición internacional de comercio, sigue habiendo muchos cazadores furtivos como los que acabaron con la vida de la madre de Luggard.
En Johannesburgo se reunirán hasta el 5 de octubre representantes de 183 países para decidir sobre las regulaciones de comercio de especies de flora y fauna amenazadas. Entre los puntos más importantes de la agenda se encuentran los elefantes, rinocerontes, leónes, armadillos y tiburones.
Actualmente cerca de 5,600 especies animales y 30,000 especies de plantas están clasificadas en los anexos de la Cites, de los cuales el I ofrece la mayor protección. El loro gris pertenece al grupo de animales que podrían ser incluidos en dicho apartado, pues se trata de una mascota muy apreciada y millones de ellos han sido capturados.
También se pide una mayor protección para los armadillos y algunas especies de tiburón, cuya carne o su aleta son consideradas "delicatessen" en algunos países y por eso son capturados. Los rinocerontes y los leónes se ven afectado por el hecho de que a algunas de sus partes se les atribuyan cualidades curativas.
"En todas las decisiones que se toman en la Cites, la protección de la biodiversidad debe ser el objetivo principal y no los intereses políticos o económicos", exigió el presidente del Fondo Internacional para la Protección de las Especies (IFAW), Azzedine Downes.
Botsuana, con 130,000 y Zimbabue con 82,000 son los países con mayor población de elefantes africanos. Namibia, que también posee un gran número de ejemplares, quiere junto a Zimbabue vender sus existencias de marfil, pero muchos otros países se oponen.
Según muchos defensores medioambientales, el comercio ilegal y la caza furtiva se han visto alentados en parte por una ley puntual de 2008 que permitió ese año la venta de marfil a cuatro paíes sudafricanos.
Kenia es uno de los países modelo en lo que respecta a la protección de elefantes. La población keniana de leones, compuesta por unos 26,000 ejemplares, se va recuperando lentamente. Kenia apuesta por la protección de estos animales porque también atraen al turismo. Este país del este de África ganó el año pasado alrededor de 2,000 millones de euros con el turismo. Como muestra de su compromiso con la protección de la naturaleza, el país quemó a finales de abril 105 toneladas de marfil de más de 8,000 elefantes.
El orfanato de elefantes David Sheldrick Wildlife Trust trabaja codo con codo con las autoridades kenianas de protección mediomabiental (KWS), quienes les avisan cuando en algún lugar de país se divisa una cría sola. Si no encuentran a la madre, los guardabosques llevan al animal a Nairobi.
En el parque nacional de Nairobi los animales se encuentran en libertad puesto que el terreno no está vallado en el extremo sureste. Los elefantes de mueven por terreno salvaje. "Los leónes vienen aquí a cazar jabalíes", cuenta el cuidador Sammy Sokotey.
En el orfanato se quedan los elefantes más jóvenes hasta que cumplen los cinco años y se vuelven a unir lentamente a manadas salvajes. Las crías reciben cada día aproximadamente 24 litros de leche para bebés humanos. "Les damos de comer cada tres horas, de día y de noche", explica el guarda que lo dirige, Edwin Lusichi.
Él ha pasado casi la mitad de su vida con crías de elefantes, a menudo más tiempo que con su propia familia. Los cuidadores duermen con los elefantes en el establo, por eso sus camas están diseñadas de forma que puedan ponerse a más altura a medida que crecen los animales.
Los visitantes pueden ver a las crías durante una hora mientras se bañan y con un poco de suerte también las pueden tocar. Solo una fina cuerda separa aquí a las personas de los animales salvajes. A veces los cuidadores han tenido que llevar de vuelta a algún animal que se había acercado demasiado.
Se tomarán decisiones de vida o muerte en la cumbre de protección de especies
Representantes de 183 países se reúnen a partir del sábado en Johannesburgo para la cumbre de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) con el objetivo que ampliar la regulación para el comercio mundial de flora y fauna.
Estos serán los puntos principales:
ELEFANTE AFRICANO: El comercio con marfil es uno de los temas más importantes de la cumbre. Actualmente la comercialización internacional de este producto está prohibida. La caza furtiva y la pérdida de su ecosistema le han costado la vida a 144.000 elefantes africanos entre 2007 y 2014. Mientras que Namibia y Zimbabue pretenden volver a comercializar marfil, 29 países africanos apoyan la porhibición total de esta práctica.
RINOCERONTES AFRICANOS: Más de 6.000 rinocerontes han muerto desde 2008, según datos de la organización WWF. En países asiáticos se les atribuyen a sus cuernos propiedades curativas. Suazilandia pretende crear una excepción para su comercialización: el pequeño país quiere vender sus existencias almacenadas e invertir los beneficos en la protección de los animales. Dicha propuesta tiene pocas posibilidades de prosperar.
LEÓNES AFRICANOS: El número de leónes en África se ha reducido en los últimos dos años en un 40 por ciento debido a la reducción de su hábitat natural y por los encuentros cada vez más frecuentes con humanos, además de la caza deportiva. La especie está amenezada sobre todo el el oeste del continente. Algunos países del sur africano con gran turismo de caza están en contra de los muchos otros países que exigen una normativa más estricta.
ARMADILLOS: Este mamífero escurridizo con piel escamosa se caza por su carne. Además, en China se les atribuye a sus escamas cualidades curativas. A pesar de las prohibiciones actuales de comercialización de este animal en Asia, allí su número ha descendido en las últimas décadas un 80 por ciento. Ahora estos animales están amenazados en África y hay varias solicitudes para reforzar su protección.
TIBURONES: La carne y las aletas de tiburón son muy demandadas. Otro problema es que son capturados por accidente por los pescadores de atunes. Cada año se mata a cerca de 100 millones de tiburones por sus aletas.
LORO GRIS: El pájaro parlanchín es una de las mascotas preferidas. La falta de regulación en su comercialización provocan una fuerte reducción del número de ejemplares. La tasa de mortalidad en su transporte se encuentra entre el 40 y el 60 por ciento debido a las a menudo malas condiciones.