Detecta el Vaticano actividades sospechosas de lavado de capitales
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Mientras en 2013 los informes de actividades que fueron reportadas a la AIF ascendieron a 202, en 2014 bajaron a 147, mientras el año pasado se registraron 544.
La Autoridad de Información Financiera, el organismo de control y lucha contra el lavado de capitales en el Vaticano, reportó hoy que en el curso del último año se multiplicaron los señalamientos de operaciones sospechosas de blanqueo de dinero.
Mientras en 2013 los informes de actividades que fueron reportadas a la AIF ascendieron a 202, en 2014 bajaron a 147, mientras el año pasado se registraron 544. Todo esto según el reporte anual del organismo, creado por el entonces Papa Benedicto XVI.
No obstante el abultado número, de esas 544 sólo 17 indicaciones fueron turnadas al “promotor de justicia” (fiscal vaticano) para investigaciones adicionales.
Según explicó en conferencia de prensa Tommaso Di Ruzza, director de ese organismo, el incremento no estuvo determinado por un mayor número de “potenciales actividades ilícitas”, sino por otros factores.
Entre ellos, porque concluyó un procedimiento para cerrar las cuentas presentes en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido coloquialmente como “banco del vaticano”, las cuales no respondían a la legislación vaticana en la materia.
Además dependió del cambio de políticas en los entes vigilados, la aplicación de programas de colaboración voluntaria en materia fiscal iniciados con Estados extranjeros y por el reforzamiento del sistema de denuncia.
En pocas palabras -dijo Di Ruzza- la AIF recibió muchas indicaciones sospechosas porque muchas de las operaciones iban más allá de los severos controles y necesitaban revisión, pero no necesariamente correspondían a actividades delictivas.
“Me gustaría ver la cifra bajar, pero en todos los lugares donde existen actividades financieras pueden existir movimientos potencialmente sospechosos y se establecen controles de referencia bajos también para suscitar conciencia y construir una nueva mentalidad”, sostuvo René Bruelhart, presidente de la AIF.
“En estos años se realizó un gran trabajo y, más allá de los números, puedo afirmar que la calidad (de las operaciones financieras vaticanas) ha mejorado”, agregó.
Según el informe, en 2015 la Autoridad pasó de una fase de fundación a una nueva de “efectivo funcionamiento”.
Di Ruzza explicó que sólo las autoridades judiciales del Vaticano pueden profundizar en las 17 actividades sospechosas turnadas al promotor de justicia, pero se dijo optimista porque la mayor parte de los casos sólo quedan como “potenciales” y son aclarados.
Aún así, entre esas 17 sospechas se incluye un caso de “insider trading”, es decir el manejo de información privilegia para lograr un beneficio financiero. Bruelhart aclaró que todavía se trata de “sospechas” y no de “evidencias”, aunque se abstuvo de dar más información sobre ese particular.
En octubre de 2015 concluyó una revisión a todas las cuentas presentes en el IOR y al final de la misma unas cuatro mil 800 fueron cerradas por no cumplir con los reglamentos vigentes en el Vaticano.
Además, durante el año pasado la AIF dispuso la suspensión de ocho transacciones y operaciones por un total de ocho millones 262 mil 565 euros y un millón 714 mil 800 dólares, además de cuatro bloqueos preventivos por siete millones 51 mil 422 euros y 654 mil 800 dólares.
La Autoridad vaticana también ha colaborado con sus homólogas de otros países, ofreciendo información sobre unos 380 casos en el periodo de referencia.
Desde 2013 a la fecha, la AIF ha firmado un total de 27 protocolos de cooperación con las oficinas de información financiera de diversos países, los últimos de estos son Albania, Cuba, Luxemburgo, Noruega, Paraguay y Hungría.