Detrás del NAICM, el verdadero color de la consulta
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El Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México ha sido cuestionado más de una vez por el próximo gobierno tanto que, la próxima consulta popular, presionará la cancelación del proyecto, apostando a la adaptación de Santa Lucía como lo indica Pablo Hiriart
México.- Entre los días 25 y 28 de octubre, los ciudadanos podrán votar la ubicación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Con una sola pregunta se decidirá si la construcción actual se mantiene o se amplía la base militar de Santa Lucía como lo propuso Andrés Manuel López Obrador.
Alrededor de mil 73 mesas de votación serán instaladas en 528 municipios de las 32 entidades federativas del país con servicio de 8 de la mañana a 6 de la tarde. Ubicadas ni más, ni menos que en los principales bastiones de Morena
La financiación de esta pesquisa correrá por parte de los legisladores de Morena mismos que, a manera de “voluntarios” recibirán las votaciones el día de la consulta.
El Comité Técnico encargado del desarrollo de la consulta también será del Movimiento Regeneración Nacional, así mismo Pablo Hiriart en su columna Uso de Razón pronostica lo que será una consulta de Morena y no una de Estado, como mediáticamente se ha manejado.
Hiriart apunta la práctica de la “democracia popular” como herramienta para validar lo que sea por parte del próximo presidente y por su capacidad para presionar al Congreso, al Banco de México y al INEGI.
Lo cierto es que la decisión debería ser resultado de un debate entre especialistas afines como aeronáutica, comercial y social.
Por ejemplo, en Francia, a inicios del presente año, se decidió cancelar el proyecto de un nuevo aeropuerto el de Notre Dame des Landes. Emmanuel Macron resolvió medio siglo de batalla política abandonando uno de los más grandes proyectos de desarrollo del oeste francés.
La decisión fue tomada después de dos años de una consulta popular, a pesar de años de discusión se llegó al acuerdo de modernizar el aeropuerto de Rennes y mejorar las conexiones ferroviarias con los aeropuertos de París.
Hiriart en su columna comparte una carta de un ingeniero agrónomo, que dice lo siguiente:
Aquí se olvida muy fácilmente la historia y ciertos hechos, por eso mi frustración. Por ejemplo, desde siempre, cuando la aeronáutica militar tenía alguna celebración o algún acontecimiento que le pidiera volar desde la base de Santa Lucía, lo hacían y lo hacen suspendiendo vuelos comerciales del aeropuerto Benito Juárez por el riesgo que tiene hacer simultáneamente despegues y aterrizajes en ambos aeropuertos.
Además, ¿a dónde se va a ir la base militar? ¿La capital no estará en los planes estratégicos de defensa? ¿La aviación militar va a desaparecer?
Me tocó ver cuando abandonaron sus instalaciones militares de Balbuena, dónde hoy está la Unidad Kennedy estaban las pistas militares y enfrente, la fábrica de aviones y la fábrica de las mejores hélices del mundo, que ahí se hacían. A mis amigos pilotos y mecánicos les alegró irse a su base militar.
Por otro lado, los que quieren “rescatar al Lago de Texcoco” y sus inexistentes zonas agrícolas, se olvidan que en los finales de la década de los 30, el Gral. y entonces Presidente de la República, Lázaro Cárdenas, celebró que finalmente se había logrado desecar el lago de Texcoco para convertirlo en tierras agrícolas.
No se trataba de tierras para hacendados, se dijo muy claramente que eran tierras para que el pueblo tuviera dónde desarrollar su trabajo agrícola en pequeñas parcelas. Se llamó la Zona Agrícola Oriental.
La consulta en este caso se basará en mentiras y con los dados cargados en su totalidad en favor de Santa Lucía, señala Pablo Hiriart.
