Ejecuciones sin castigo la deuda pendiente en Nuevo Laredo

Nacional
/ 29 septiembre 2019

Ante la falta de acciones contra responsables, testigos temen por sus vidas

NUEVO LAREDO, TAMPS.- Kassandra relata que el golpe seco con el que derribaron la puerta trasera de su vivienda interrumpió su sueño. En la casa, ubicada en la colonia Valles de Anáhuac, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, vivía la joven de 18 años con su padre y su hija, una bebé de dos años.

El pasado jueves 5 de septiembre, cuando faltaban unos minutos para las 8:00 horas, Kassandra escuchó el golpe y segundos después unos cinco hombres entraron al cuarto donde ella dormía con la bebé; pudo ver que su padre --que entonces vestía playera, bermuda y chanclas-- intentó acercarse, pero fue regresado a golpes por los hombres armados, con ropa negra y el rostro cubierto con pasamontañas.

“Se lo llevaron a la cocina, lo golpeaban y le exigían que sacara las armas, él les decía que no sabía de qué hablaban, que tenía forma de comprobar su trabajo como empleado de una refresquera”, repetiría después la joven en varias entrevistas.

En su testimonio, Kassandra narra que fue testigo del momento exacto en que los agentes obligaron a su padre a vestirse con ropa tipo militar, con la que apareció muerto horas más tarde.

Casi de manera simultánea, otras siete familias pasaban por una situación similar. En todos los casos, elementos de la Policía Estatal de Tamaulipas entraron a sus hogares y sacaron a una persona, en total fueron cinco hombres y tres mujeres. Sus familiares no volvieron a verlos con vida.

LOS TESTIMONIOS

Seis días después del presunto enfrentamiento, el 11 de septiembre, Raymundo Ramos, titular del Comité de Derechos Humanos en Nuevo Laredo (CEDHNL), Organización No Gubernamental, informó en conferencia de prensa que contaba con testimonios que comprobaban que el enfrentamiento nunca existió y que las ocho personas abatidas habían sido víctimas de una ejecución extrajudicial.

Reveló que contaba con un video y las declaraciones de un hombre que fue identificado como Ramón, chofer de una grúa --quien habría sido contratado para trasladar una camioneta blindada, la misma que presuntamente decomisaron las autoridades estatales-- hasta la vivienda donde supuestamente se resguardaron las ocho personas abatidas.

En el video se observa a una grúa arrastrar el vehículo. “El convoy resguarda a la grúa que arrastra la camioneta Tundra y posteriormente le piden al chofer que se retire.

LAS CIFRAS DE LA EJECUCIÓN

15 armas largas. Un arma corta les fueron aseguradas a un presunto grupo de individuos pertenecientes a un grupo delictivo y que luego fueron abatidos.

10 vehículos de la Policía Estatal y del Grupo de Operaciones de Tamaulipas rodearon la casa de un chofer que debía presentar su declaración por los hechos.

Las intimidaciones CDMX.- El 12 de septiembre, el CEDHNL denunció actos de intimidación en la casa de Ramón, quien ese día debía presentar su testimonio ante la Fiscalía General del Estado.

Raymundo Ramos dijo que al menos 10 vehículos de la Policía Estatal y del Grupo de Operaciones de Tamaulipas rodearon la casa del chofer.

“Son policías estatales, Ramón estaba citado en la fiscalía de Tamaulipas para ser entrevistado, pero suponemos que la intención de los policías es que no saliera y no pudiera ser entrevistado”, declaró a la prensa.

Al no existir garantías de seguridad para Ramón, sería trasladado a Estados Unidos.

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