El Ascenso MX no es lo único inservible
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Ya está decidido, existirá la nueva Liga de Expansión y las preguntas son las mismas: ¿Qué diferencia habrá con el desaparecido Ascenso MX?, ¿qué garantías de crecimiento tendrán los equipos?, ¿de verdad se acercarán nuevos inversionistas?, ¿eliminar el ascenso y el descenso durante cinco años potenciará a los de abajo y solidificará a los de arriba?
Preguntas válidas, porque la historia de la División inferior siempre ha tenido motivos para cuestionar. Le quitaron el nombre de Segunda División en 1994 y le pusieron Primera “A”. Una Liga más sólida, según argumentos en esos tiempos, que la División de Plata. En 25 años y medio, han desfilado una cantidad enorme de equipos insolventes, plazas convenientes a Gobiernos estatales para hacer sus “cajas chicas” y una multitudinaria presencia de jugadores irrelevantes.
72 equipos han desaparecido desde que se fundó la Primera “A”, después llamada Liga de Ascenso y, hasta este Clausura 2020, denominado Ascenso MX. Demasiados equipos que no sirvieron para maldita la cosa, que solamente ingresaban a la Liga para que el dueño y sus “socios” se enriquecieran, o incluso para evadir impuestos y, en otros casos, hasta para “lavar”.
Demasiados proyectos truncados, cuando se debería mantener el arraigo en ciudades, diversificar el futbol por todo el país. Pero no funcionó. Muchos equipos fueron la “mina de oro” para Gobiernos estatales, directivos de medio nivel con negocios millonarios con representantes... Vaya, hasta con los pocos patrocinadores que llegaron a tener.
Por eso, resulta mentiroso y hasta manipulador que el discurso de la oposición en la Liga MX sea que se quedarán muchos futbolistas sin trabajo. Además de ser incierta esa aseveración, muchos de ellos, actuales directivos de equipos de Ascenso, con un plumazo se deshicieron en alguna ocasión de algún equipo en la misma División.
Así, durante 25 años desfilaron equipos como Halcones de Querétaro, Real Zacatecas, Ángeles de Puebla, Deportivo Zitácuaro, Toros Neza, Albinegros, Altamira, Pioneros de Cancún, Guerreros de Tabasco, Inter de Acapulco... Sólo por mencionar a algunos que se vienen a la mente en estos momentos.
Entender que, sin descenso y ascenso, una Liga pierde competitividad, es claro y lógico. Pero también los pocos dueños que ya tiene la Liga MX, al descender, su devaluación es brutal, inaguantable y el futbol estaría al borde de la quiebra.
Aprovechar la coyuntura para limpiar de verdad al futbol, establecer topes salariales, evitar negocios entre representantes y directivos que sólo llevan a inflación y muchos dueños han creído que es por el valor de los futbolistas... Hay muchos temas que podrían irse solucionando mientras el Covid-19 los tenga recluidos, porque no solamente el Ascenso MX era el problema que tiene el futbol mexicano, hay docenas y docenas de éstos, desde la pésima manera en que está hecho el reglamento hasta no tener regulados puntos básicos, como un Sindicato de Jugadores y contratos colectivos de trabajo, derechos de transmisión por radio y televisión, agentes FIFA, estadios en deterioro... Y la lista puede continuar.
