‘El ‘Chapo’ fue ‘soplón’ ante la DEA’

Nacional
/ 27 junio 2021

Según relata el semanario Proceso, la reunión de 1998: “por documentos de la Corte me enteré de dicha reunión

WASHINGTON, DC.- En marzo de 1998 Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera se reunió en secreto con agentes de la DEA para ofrecerles información sobre los Beltrán Leyva, “El Güero” Palma Salazar y políticos mexicanos que protegían al narco; todo ello a cambio de que le perdonaran sus delitos en Estados Unidos, revela el periodista estadunidense Noah Hurowitz en su libro “El Chapo, la historia no contada del más infame barón de las drogas del mundo”.

Según relata el semanario Proceso, la reunión de 1998: “por documentos de la Corte me enteré de dicha reunión. En 2019, a las afueras de Washington, me reuní con Joe Bond (agente), quien me enseñó y explicó el reporte interno que él escribió para la DEA luego de haberse encontrado con El Chapo”.

La obra del joven reportero, que cubrió las audiencias de Guzmán en 2018 y 2019 en Brooklyn, saldrá a la venta el 20 de julio.

En el capítulo 5, “I am Tito” (Soy Tito), describe a un “Chapo” urgido de delatar a sus enemigos del Cártel de los Arellano Félix como argumento de no ser extraditado y juzgado en Estados Unidos. Aunque existía el rumor, nunca se había corroborado que Guzmán fuera uno de los soplones que se acercó a la DEA.

El agente Bond, de padre estadunidense y madre mexicana, se acercó en la embajada de Estados Unidos en México donde un individuo, con nombre clave “Electra” se identificó como cuñado del Chapo.

Este le dijo que el narcotraficante deseaba hablar con la DEA.

La petición tenía una complicación para él. El narcotraficante estaba preso en Puente Grande y por eso había que informarle al gobierno mexicano.

El agente de la DEA tenía que planear la reunión y encontrar a un funcionario confiable del gobierno mexicano que no filtrase la información. Bond eligió al subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos.

Según describe Hurowitz, Vasconcelos arregló las cosas para que Bond y Larry Villalobos, colega de la DEA, y Patiño entraran a Puente Grande haciéndose pasar por sociólogos a fin de evitar sospechas de los directivos y vigilantes del penal comprados por “El Chapo”.

INESPERADO

Según describe el autor, cuando Bond, bajo el seudónimo de “Tito” y Patiño se encontraron con Guzmán, este no se esperaba que ese día se iba a concretar la reunión con los agentes de la DEA. Sin embargo, Noah describe que “El Chapo” confió en la gente que acudió a verlo en la cárcel y comenzó a declarar.

“Están por todos lados”, dijo. “Ellos, la gente que pertenece a los Arellano Félix, están en la Ciudad de México, Guadalajara y Aguascalientes”.

“Estaba despotricando contra todos”, afirma Bond.

Sin problema alguno, después de entender que no le darían garantías para su seguridad, libertad o protección, el narcotraficante se sinceró y habló sobre su gran amigo, “El Güero” Palma.

Joaquín confesó a Bond, Villalobos y Patiño dijo que su amistad se rompió con Palma Salazar en 1994 cuando este ordenó el asesinato del hermano de Griselda López, esposa del “Chapo”.

El encuentro del capo con los dos agentes y el representante de la PGR duró dos horas, expone Hurowitz. Con información de Proceso

COMENTARIOS

Selección de los editores