'El Chapo' no apartó la vista de sus hijas gemelas durante audiencia
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Vestido con el uniforme azul oscuro de preso del Metropolitan Correctional Center de Nueva York, una cárcel de alta seguridad que ha albergado a líderes de Al Qaeda, sonrió a las niñas y a su mujer, Emma Coronel
Por Sara Barderas (dpa)
Nueva York.– Nada más entrar escoltado en la sala del tribunal, Joaquín "El Chapo" Guzmán miró a su izquierda y, junto a su esposa, que no se ha saltado ninguna de estas citas judiciales, encontró a las dos hijas gemelas de cinco años que tiene con ella.
Vestido con el uniforme azul oscuro de preso del Metropolitan Correctional Center de Nueva York, una cárcel de alta seguridad que ha albergado a líderes de Al Qaeda, sonrió a las niñas y a su mujer, Emma Coronel, una ex reina de la belleza a la que el sexagenario dobla la edad.
Las gemelas María Joaquina y Emali agitaron las manos saludándole.
Durante los menos de 15 minutos que el lunes duró la tercera vista preparatoria del juicio -que comenzará 16 de abril- el ex jefe del cártel de Sinaloa miró en varias ocasiones hacia su familia. Allí, con una de las gemelas sobre sus rodillas, estaba también su hermana Bernarda. La otra niña se sentaba sobre su madre.
El jueves de esta semana recibirá la primera visita de un familiar desde que fue entregado a Estados Unidos. Y todo apunta a que será su hermana Bernarda quien lo verá.
En los siete meses –se cumplirán el día 20- que El Chapo lleva en la prisión de Nueva York tras ser extraditado desde México, el intercambio de miradas con su esposa en las vistas orales preparatorias ha sido todo el contacto que ha tenido con su familia. La siguiente vista será el 6 de noviembre.
Coronel pidió permiso en mayo para visitarlo, pero se lo denegaron. La fiscalía teme que a través de ella pueda volver a manejar sus negocios de narcotráfico.
Sí permitió el juez que "El Chapo" escriba cartas a su mujer. La primera, no obstante, aún no ha llegado a manos de Coronel, sometido el texto a un exhaustivo análisis de las autoridades hasta que se cercioren de que no lleva ningún mensaje escondido.
Siempre bien vestida, maquillada y sonriente, Coronel, de 28 años, llevó hoy a las niñas al tribunal para que vieran a su padre.
En el ascensor con el que subieron a la sala del juez federal Brian Cogan iba acicalando las melenas de las gemelas, largas como la suya, mientras les hablaba en voz baja de manera cariñosa.
La falta de contacto con su familia es una de las principales quejas de Michelle Gelernt y Michael Schneider, los dos abogados de oficio que han representado a "El Chapo" hasta ahora y que han dado una dura batalla por lograr suavizar unas condiciones de cautiverio que aseguran que le están causando problemas mentales.
De su pequeña celda sale solo una hora al día y cuando lo visitan sus abogados. Gelernt y Michael van por eso al penal prácticamente a diario para hacerle más llevadero el día.
A no ser que en la radio pongan música mexicana continuamente, escucha sonidos que no existen, dijeron los letrados en abril para dar cuenta al juez del estado mental de su cliente.
Ellos lograron que le dieran más botellas de agua como a los demás presos, que le devolvieran el reloj que le habían quitado dejándole sin saber en qué día vivía y han conseguido también que esta semana vaya a recibir la primera visita de la familia.
El Gobierno ha dado la autorización para que al menos un familiar entre a verle. Jeffrey Lichtman, uno de los abogados privados con los que "El Chapo" quiere sustituir a los dos de oficio, habló el lunes ante la prensa de "una hermana", aunque no confirmó que sea Bernarda, la que sostenía a una de las gemelas en sus piernas.
El nuevo equipo de abogados, pesos pesados especializados en mafia y narcotráfico, se queja también de que el narco mexicano se encuentra en unas condiciones de cautiverio "obscenas".
"Nunca he visto algo como esto", manifestó el lunes Lichtman, con 27 años de experiencia en representación de mafiosos y miembros del crimen organizado. "No tiene contacto alguno con el mundo exterior". Él también habla de "un deterioro de sus facultades mentales".
El historial en prisión de Guzmán es el argumento principal de la fiscalía para defender las condiciones de aislamiento. En los últimos 17 años protagonizó dos espectaculares fugas en México. La primera fue en 2001 en un carrito de lavandería. En la segunda, en 2015, escapó por un túnel de unos 1.500 metros que iba desde la ducha de su celda hasta una casa vacía.