El futuro del clima, en manos de China
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Menos carbón y más renovables dan tregua al planeta en el 2015
La Vanguadria/Antonio Cerrillo
París. En manos de China. El comportamiento negociador del gigante asiático será una de las claves para poder evaluar el éxito de la conferencia del clima de la ONU que se celebra en París e imaginar un sistema climático seguro en el futuro. Pero, mientras tanto, cualquier indicio de cambio o inflexión que ocurra en este país se escruta con sumo interés y merece la máxima atención, porque suyas son las riendas del clima del planeta. El catarro o la fiebre de China se mide en un termómetro que pone grados a la enfermedad de la Tierra.
“China marcará el nivel del éxito del acuerdo en París”, sintetizaba ayer un alto comunitario presente en la negociación.
Este país fue el año pasado el principal país emisor de CO2, el principal gas de efecto invernadero, al liberar a la atmósfera un total de 9.300 millones de toneladas (27% del total mundial), muy por encima de EU., que arrojó 6.500 millones de toneladas (el 15% mundial). Por eso, lo que haga China definirá los ritmos de las emisiones mundiales la próxima década. Sin embargo, después de haber registrado aumentos anuales del 6,7% en la década pasada, el crecimiento de estas emisiones en China se ha ralentizado hasta un 1,2% en el 2014, y se espera, incluso, que decrezca en el 2015. Si China da un respiro, todo el planeta se oxigena, y lo vive como una tregua.
El resultado es que el volumen total de emisiones mundiales de CO2 generadas por los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas…) y la industria se detendrá este año, según las previsiones recogidas en un estudio de la Universidad de East Anglia y el Global Carbon Project. Las emisiones mundiales de CO2crecieron un 0,6% en el 2014 –lo que ya marcó una inflexión respecto a años anteriores–. Pero, ahora, las proyecciones para el 2015 marcan una pequeña disminución, que se cifra en un 0,6%, lo que constituye un hecho novedoso los últimos años. Sería la primera vez en un período de fuerte crecimiento global. Hasta ahora, y desde el año 2000, lo que se había visto eran aumentos anuales de las emisiones de entre 2% y 3%, señala Corinne Le Quéré, directora del Centro Tyndall, que ha capitaneado el análisis.
La disminución prevista en el 2015 es en gran parte debida al menor uso del carbón en China, impulsada por su ajuste económico y la mayor presencia de renovables, añade Le Quéré. En el año 2014, más de la mitad de las nuevas necesidades de energía en China fueron satisfechas a partir de fuentes renovables, como la hidráulica, la nuclear, la eólica y la energía solar.
China, el principal productor mundial de energía eólica, instaló sólo el año pasado 23 GW de capacidad eólica (prácticamente, la que totaliza España). Pero que se mantenga este comportamiento dependerá del uso del carbón y también de cómo se produzca la nueva energía.
“Hemos visto un crecimiento mundial más lento en el consumo de petróleo en el 2014 y un crecimiento más rápido de las energías renovables. La producción eólica y solar han registrado aumentos récord en el 2014 y están en camino de ser aún mayor en el 2015”, explica Robert Jackson, profesor de la Universidad de Stanford, quien dirigió el Comentario Nature Climate Change. Pero no hay que echar las campanas al vuelo. Dos años de atípico crecimiento de las emisiones podría hacer pensar que la trayectoria de las emisiones mundiales podría haber cambiado de rumbo temporalmente. Pero es improbable que las emisiones mundiales hayan alcanzado su pico máximo. “Las necesidades de energía para el crecimiento de las economías todavía dependen principalmente de carbón, y las disminuciones de emisiones en algunos países industriales son todavía modestas”, matiza Jackson.
“Las emisiones globales deben disminuir hasta cerca de cero para lograr la estabilización del clima”, recuerda este experto. “Todavía estamos emitiendo masivas cantidades de CO2al año, alrededor de 36.000 millones de toneladas procedentes de los combustibles fósiles y la industria por sí solos. Hay un largo camino por recorrer para llegar a las emisiones próximas a cero”, añade.
El estudio de la Universidad de East Anglia muestra que, además de China (27%) y EU (15%), los otros grandes bloques que generan emisiones son la Unión Europea (10%) y la India (7%).
Mientras tanto, la conferencia del clima entró ayer en su semana decisiva, puesto que se inició la negociación del borrador de acuerdo que deber cerrarse el viernes. En el plenario se sucedieron los llamamientos de los ministros de medio ambiente en favor del acuerdo. La alerta la lanzó de nuevo el secretario general de la ONU, Ban Ki Mon, cuando urgió a actuar diciendo que “el reloj está marcando una catástrofe climática”, una expresión grave que le sirvió para pedir un acuerdo ambicioso. Las contribuciones voluntarias presentadas por los países para reducir o limitar las emisiones son unánimente consideradas insuficientes, puesto que supondrían un aumento de temperaturas de al menos 2,7ºC para final de siglo, una cifra que supera el listón de los 2ºC que marca la barrera de la seguridad climática según los científicos.