'Deadpool': ¿El héroe que necesitábamos?
La esperada nueva adición del cómic al cine, por fin le hace justicia a Ryan Reynolds con uno de estos personajes en una cinta muy divertida no apta para menores
Calificación: 7.5 de diez
Necesitar es una palabra muy fuerte. Fanáticos de Deadpool en el cómic dirán que era muy necesaria su adaptación cinematográfica. Gente que no tiene idea de quién es se mostrará indiferente. El resto de los mortales nos cuestionaremos con justa razón la necesidad de un nuevo superhéroe en la pantalla grande, en estos tiempos donde parecen multiplicarse como una plaga. La cuestión es lógica: ¿qué tiene Deadpool que aportar a este universo fílmico que tantos éxitos millonarios ha traído? Los fans del cómic enumerarán una gran lista de atributos que los demás conoceremos más o menos, el asunto aquí es que hay que verlo para poder entenderlo. Simplemente disfrutar de la experiencia y decidir qué tan bueno es este tipo malo. ¿Necesario? Posiblemente no, pero sí es muy divertido.
La cinta sigue a Wade Wilson, una especie de mercenario que cae perdidamente enamorado de una teibolera. Ambos parecen la pareja ideal, con un humor ácido y una vida sexual plena y saludable, tan sólo hace falta que decidan dar el gran paso. Su vida perfecta encuentra un bache cuando Wilson descubre que tiene cáncer en varias partes del cuerpo y parece no tener salvación. Es aquí donde aparece la organización villanesca que toda cinta de héroes que se respete debe tener. Ellos le ofrecen curarlo y, como consecuencia, darle poderes sobrehumanos, sin aclarar que de paso todo su cuerpo se verá desfigurado. Ahora Wilson tiene capacidad de regenerarse, curar sus heridas y mutilaciones de forma acelerada, habilidades que utilizará no para combatir el crimen, sino para encontrar al tipo que deformó su rostro y, como consecuencia, lo alejó del amor de su vida.
Sí, la cinta se trata de cómo Ryan Reynolds intenta ser bonito otra vez. Ese es el conflicto principal. Y si suena estúpido es porque lo es. Y si es estúpido, es porque a Deadpool no le importa nada. Volvamos un poco a la parte de la sinopsis donde dije que Wade Wilson tenía un humor ácido que compartía con su pareja, pues bien, esta característica de su personalidad es principalmente lo que lo diferencia de sus compañeros con capa y máscara. Es más, a Wilson le importa tan poco lo que acontece, es tan cínico y sarcástico, que es capaz de romper lo que se conoce como “la cuarta barrera”. ¿Qué quiere decir esto? Que es un personaje consciente de su naturaleza, sabe que está en una película, sabe incluso que es interpretado por Reynolds. De ahí salen los mejores chistes. Deadpool menciona a otros actores del universo Marvel de Fox y se burla abiertamente de las interpretaciones previas de Reynolds de Linterna Verde y el mismísimo Deadpool de “X-Men Origins: Wolverine” (2009).
¿Entonces es como una parodia? Sí, es una parodia, pero eso no significa que todo sea sátira. Es decir, la cinta tiene un balance cuidado entre tomar en serio su historia y hacer mofa de la misma y cuando hablo de esta burla me refiero a escala superior. Desde que comienza la cinta, podemos ver en los créditos este sentido del humor. En lugar de decir “director” dicen “un tipo sobrepagado”, en lugar de decir el nombre del némesis dicen “un villano británico”. Desde ese momento y durante toda la cinta, Deadpool se ríe de todo lo que hemos visto antes. Es como si este personaje fuera la voz de todo lo que hemos pensado, pero nunca nos atrevemos a decir. Es aquí donde encuentra su punto fuerte, revelar lo tonto y lo absurdo de la historia. En este mundo de héroes, se siente muy refrescante la presencia de uno que se tome las cosas tan a la ligera y que quizá sepa del ridículo en el que se encuentra.
Ya hemos visto este intento por salirnos del cuadro típico con otras películas recientes de Marvel como “Ant-Man” (2015) y “Guardians of the Galaxy” (2014), donde los protagonistas eran héroes periféricos, es decir, no tan grandes, no tan heroicos, quizá incluso hasta renegando de su propia naturaleza. Personajes más rebeldes, más irónicos y en consecuencia más divertidos y que se sienten mucho más humanos (aunque algunos no lo sean). Me parece que esta es una evolución lógica y hasta necesaria, ya la época de los superhombres inmaculados y sin mayores matices ni conflictos personales está quedando atrás. Los seres (o humanos) que tienen un sentido de justicia marcado a fuego en sus corazones, que salvan gente porque creen que ese es su deber, ellos están en etapa de retiro. Los rebeldes, los anti-héroes, ellos son quienes los reemplazarán. Esto amplía el universo considerablemente y nos da muchos nuevos horizontes que explotar.
En este sentido, “Deadpool” es similar a “Kick-Ass” (2010), pero en menor escala. Es decir, no es ni tan violenta, ni tan grosera, aunque sí lo sea. Claro, está en la naturaleza de Deadpool no ser una película para niños y no lo es. Hay violencia, hay sexo, hay humor para adultos, no es una película familiar y eso se agradece bastante. Ahora bien, de todas maneras siento que es algo contenida en esos tres aspectos. Me parece que la cinta teme ser demasiado alocada o demasiado violenta a ratos, como si no quisiera perder del todo a su público. En pocas palabras, si un niño entra con un adulto a la sala no hay ningún problema. Quizá pudiera ser mucho más escandalosa y deliberadamente decide no serlo. Este es su mayor punto débil, pues el potencial está ahí y podemos verlo cada vez que una cabeza sale volando o que las balas salpican sangre por todos lados. Claro, es mucho más adulta si se compara con otras cintas de este tipo, pero no lo es tanto como podría (y debería).
Y para ser una cinta que ironiza todo el tiempo y que presenta un personaje egoísta y adolescente que no le interesa unirse a los “X-Men”, como se lo llegan a pedir, la cinta es muy convencional. ¿Cómo es esto? Pues el conflicto central sigue siendo simplemente vencer a un villano y después salvar a una damisela en peligro, simple y sencilla fórmula típica del superhéroe. Si le quitamos el ingenioso humor tenemos una historia cualquiera. Y ya que andamos mencionando los puntos débiles, debo decir que las secuencias de acción no son tan emocionantes que digamos, debieron ponerles más empeño. Los otros héroes que lo acompañan, Colossus y Negasonic Teenage Warhead (el nombre más épico en la historia de los superhéroes), tienen mucho que ofrecer y son muy simpáticos, pero dan ganas de que fueran mejor aprovechados.
¿Es necesario ver otra historia de estas? No, pero sí ayuda a relajarse en este nivel. “Deadpool” es una cinta para divertirse, para no tomársela en serio. Burlarnos de la industria siempre será interesante, esto sí hasta necesario. Su fuerte está en la comedia y ahí triunfa con creces, aunque lo demás no funcione del todo, este chico del traje rojo sin duda llegó para quedarse y será casi imposible no enamorarse de él.
El dato
> Director: Tim Miller
> Elenco: Ryan Reynolds, Morena Baccarin, Ed Skrein, T.J. Miller, Gina Carano, Brianna Hildebrand.
> Género: Acción / superhéroes
> Clasificación: B15
> Duración: 108 minutos