El motor diésel festeja 125 años en medio de la polémica
125 años después de haber obtenido la ansiada patente, el futuro del motor diésel parece tener los días contados, al menos en las carreteras
Berlín.- El motor que lleva su nombre fue uno de los inventos del siglo. Rudolf Diesel contaba con 34 años cuando un 23 de febrero de 1893 obtuvo la patente de su "económica máquina térmica". Se le adjudicó el número 67207. Éste fue el principio de una larga carrera. Su motor cumple ahora 125 años rodeado de polémica.
Durante décadas, el invento ha sido considerado como un ejemplo del buen hacer alemán en el campo de la ingeniería. Hoy en día, tras los escándalos en los que se ha visto inmersa la industria del automóvil germana, la imagen idílica de la tecnología diésel se encuentra muy cuestionada.
Nunca antes su futuro había pendido tanto de un hilo, ni su fama había contado con tan poco lustre. Organizaciones ambientalistas de Alemania utilizan a menudo el adjetivo "sucio" cuando se refieren al al motor diésel, recalcando que los autómoviles diésel más antiguos contaminan el aire de las ciudades con sus altas emisiones de gases.
La industria automovilística alemana al completo, considerada la joya de la corona de la economía del país, se ha visto arrastrada por la crisis de confianza que afecta al diésel.
En Alemania, donde los vehículos diésel siguen siendo aún la mayoría de los que circulan por las carreteras, cada año se reduce el número de matriculaciones de este tipo de automóviles. Las organizaciones de protección del medio ambiente reclaman incluso elevar los impuestos para este tipo de motor para promover que el consumidor se decante por vehículos ecológicos como los eléctricos.
Además, la Justicia de la potencia europea decidirá este jueves si considera lícito que los Gobiernos locales prohíban la circulación de vehículos diésel en las ciudades en su ánimo de no superar los límites de contaminación.
La idea de Diesel fue comprimir el aire en el cilindro a una elevada presión para generar altas temperaturas de hasta 900 grados celsius y provocar que el combustible se encienda de manera espontánea sin necesidad de una chispa. Este modo de trabajar de estos motores es notablemente más efectiva que cualquier otro sistema de propulsión.
Este sistema elevó la eficiencia a la hora de utilizar la energía en un 26 por ciento. Los motores diésel actuales alcanzan una eficiencia de un 50 por ciento.
Para el comercio internacional los motores diésel siguen siento un elemento básico, sobre todo, en el transporte naval.
Mientras, en el ámbito automotor atraviesa ahora un momento de mala fama tras el escándalo de la manipulación de las emisiones de los motores diésel de la automotriz alemana Volkswagen, destapado en 2015, y que afectó a 11 millones de automóviles en el mundo. Además, en enero se destapó que Volkswagen y los también fabricantes alemanes Daimler y BMW participaron en experimentos con monos y con seres humanos, haciéndoles inhalar dióxido de nitrógeno (NO2) en diferentes concentraciones.
La reacción al invento de Diesel fue enorme. En la exposición mundial de París en 1900, el motor fue galardonado con el Gran Premio. Empresas extranjeras cerraron contratos de licencia para poder contar con el motor de Diesel.
¿Y ahora? 125 años después de haber obtenido la ansiada patente, el futuro del motor diésel parece tener los días contados, al menos en las carreteras.