El Santo Cristo de las tres pandemias: cólera, viruela y coronavirus
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En sus más de cuatro siglos de presencia en la ciudad, los católicos han pedido a la sagrada imagen que detenga enfermedades letales como el cólera, la viruela y el coronavirus
La cancelación de la fiesta patronal del Santo Cristo como consecuencia de la emergencia del coronavirus, “robará” este 6 de agosto alrededor de 2 millones de pesos a comerciantes locales y foráneos que colocaban más de 800 puestos aledaños a la Catedral.
Los bolsillos de cientos de comerciantes continúan vacíos al ver pasar las fechas de mayor derrama económica, sin que puedan colocar sus puestos de comida, ropa, zapatos, juguetes, artículos de belleza y demás en una de las verbenas populares con mayor afluencia en la ciudad.
Mientras que los ingresos de decenas de comerciantes foráneos de estados como Michoacán, Oaxaca, Puebla, Guerrero, Guanajuato y Tamaulipas, que cada año arribaban para vender artesanías fabricadas por ellos mismos, también son una “entrada de dinero” perdida.
“Hasta el año pasado nos preparábamos desde antes, repartiendo lugares, tramitando su pedazo de piso para vender cada quién lo suyo, pero ahora nada, apenas vende uno aquí en el centro”, expresó Mariano Covarrubias, uno de los vendedores de nachos.
El hombre, miembro de la Unión de Comerciantes y Ferieros, señaló que la derrama económica va desde los 5 mil pesos para los vendedores ambulantes y de hasta 40 mil pesos, para los puestos de nachos, conchitas o churros.
En cambio los puestos de mayor antigüedad, más grandes, de artesanías de mayor valor se embolsaban hasta 60 mil pesos, pues la afluencia de visitantes a la fiesta del Santo Cristo es innumerable, consideran los vendedores.
Por su parte, Jesús Salvador Castilla Sánchez, presidente de la Asociación de Empresarios y Ciudades Hermanas Coahuila-Texas, señaló que aunque algunas caravanas de comerciantes preguntaron por su arribo a Saltillo, los permisos fueron cancelados ante el riesgo que esto representa en medio de la pandemia.
“Al menos 150 familias de comerciantes de otros estados elegían la fiesta del Santo Cristo como una de las más importantes para la exposición y vendimia de sus artesanías, incluso este año han llamado para preguntar si es posible acudir, lo cual fue rechazado”, comentó el empresario, quien agregó que estas familias también aportaban dinero a la economía saltillenses htospedándose en hoteles y como comensales en las fondas del Centro Histórico.
Si algo caracteriza a los católicos es la veneración de la imágenes religiosas y en México dichas esculturas son el motor para que multitudes de creyentes acudan a venerar y hasta a danzar como tributo a los favores recibidos.
EL AÑO DEL CÓLERA
No es la primera pandemia que este Santo Cristo presencia. Durante 1833, con la peste del cólera que afectó principalmente a los estados del norte del México, al ser una enfermedad que llegó por Estado Unidos debido al intercambio comercial que ya se efectuaba entre los dos países, los creyentes sacaron al Santo Cristo a dar la vuelta a los templos del Centro Histórico para pedirle que detuviera la enfermedad.
De acuerdo con el médico e historiador Gilberto Sánchez Luna, esto lo hicieron pues la población estaba desesperada, ya que la enfermedad era tan fuerte que podría terminar con la vida de toda una familia en menos de dos horas.
Además, era común que al Santo Cristo se le utilizara para este tipo de fines; constantemente se le pedía detener sequías o plagas de los sembradíos.
TAMBIÉN ENFRENTÓ LA VIRUELA
El Santo Cristo también presenció la pandemia a causa de la viruela, enfermedad que llegó con la Conquista y se esparció por todo el territorio de la Nueva España.
El historiador señaló que durante el año 1804, la zona de vacunación para la viruela en Saltillo se instaló en la Capilla de Santo Cristo y los curas de aquel entones eran los encargados de administrar el medicamento que prevenía la enfermedad.
“Como antecedente de vacunación, los primeros indicios que se tienen son de alrededor de 1790 en México. Y en 1804, con las expediciones sanitarias del doctor Francisco Javier Balmis, que introduce la vacuna contra la viruela, esta se aplicaba precisamente en la Capilla de Santo Cristo y en la Catedral de Santiago. Los curas eran los responsables junto con las autoridades de Cabildo de la aplicación de la vacuna de contra la viruela.
La enfermedad pudo tener más presencia en la ciudad a finales del siglo 17 y probablemente, más de una persona pidió a la imagen del Santo Cristo detener ese mal.
¿INTERVENCIÓN DIVINA?
De acuerdo con el académico, tal era la creencia (y sigue siendo) de que había una interferencia divina entre las reliquias sagradas y Dios, que la campana mayor, una de las que se cayeron de la torre de la Catedral y que ahora se encuentran en el piso del atrio de la misma a un costado de la entrada principal, tienen incrustada una frase en latín pidiéndole Santiago Apóstol, patrón de la Catedral, detener las pestes.
EL MODERNO ENEMIGO
Ahora, durante este novenario marcado por la pandemia COVID-19, el tema principal de los presbíteros y del obispo Raúl Vera han sido los efectos de la crisis sanitaria en la sociedad y la actitud que un católico debe de tener frente a las necesidades del prójimo, y en más de una ocasión se le ha pedido a la imagen del Santo Cristo durante las oraciones, detener la enfermedad.
MÁS DE 200 DANZANTES
Una de las características más importantes de este festejo que aparte de sagrado tiene mucho de popular y de sincretismo, son las danzas de matachines que desde el 5 de agosto por la tarde llegan para danzar en honor al Santo Cristo.
El danzante Antonio Martínez, quien tiene más de 42 años acudiendo cada 6 de agosto, platica que alrededor de 200 danzantes son quienes ahora no podrán asistir a la celebración.
Antonio fue aprendiz de “Pancho La Gallina”, uno de los danzantes más populares de la ciudad y que dejó dinastía enseñando sus bailes en la parroquia del Ojo de Agua.
El matachín lamentó el impedimento y negó que hubiera intenciones de los danzantes en acudir a la Catedral.
FIN DEL NOVENARIO
Con la misa de las 12:00 del día oficiada por el obispo emérito Francisco Villalobos, se terminaron las actividades del novenario dedicado a esta imagen.
Horas antes, a las 05:30 horas, el obispo Raúl Vera también celebró la última misa de las nueve que ofició a esta hora de la mañana. Estos eventos se transmitieron de manera virtual a través de redes sociales.