El consumismo es una “enfermedad psiquiátrica”, asegura el papa Francisco
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Llamó a los fieles a donar aquella ropa que se usa poco, a dar de lo propio y compartir, porque se pueden “hacer milagros” con la generosidad.
Justo después del fin de semana del “viernes negro”, que también en Italia se vivió con saldos y ofertas, el Papa Francisco calificó al consumismo como “una enfermedad contra la generosidad” y una “enfermedad psiquiátrica”.
En el sermón de su misa privada matutina, que celebró en la capilla de su residencia vaticana (la Casa Santa Martas), confesó haber conocido un monseñor que tenía 40 pares de zapatos y recomendó a quien “tiene tantos” donar la mitad.
Reflexionando sobre el pasaje evangélico de la viuda pobre que dona al templo dos monedas, es decir todo lo que tenía para vivir, el Papa llamó a la generosidad verdadera.
“Frente a las estadísticas de pobreza en el mundo, a los niños que mueren de hambre, que no tienen que comer, que no tienen medicinas, tanta pobreza que se escucha todos los días en los telediarios y en los periódicos, es una actitud buena la de preguntarse: Pero, ¿cómo puedo resolver esto?”, dijo.
“La generosidad es algo de todos los días, es algo que nosotros debemos pensar: ¿cómo puedo ser generoso con los pobres, con los necesitados… como puedo ayudar más?”, insistió, hablando en italiano.
Llamó a los fieles a donar aquella ropa que se usa poco, a dar de lo propio y compartir, porque se pueden “hacer milagros” con la generosidad.
Sobre la “enfermedad grande” del consumismo, recordó que cuando vivía en Buenos Aires todos los fines de semana había programas de turismo para compras, viajando a otros países sólo para ir a visitar los centros comerciales.
“Una gran enfermedad, del consumismo, ¡hoy! No digo que todos hagamos esto, no. Pero el consumismo, gastar más de lo necesario, la falta de austeridad en la vida: es enemigo de la generosidad”, precisó.
Aseguró que pensar en los pobres y ofrecerles generosidad material, con prendas con las cuales se puedan vestir, eso “ensancha el corazón” y “te lleva a la magnanimidad”.
Por ello, instó a todos a realizar una “inspección en casa”, pensar con “un poco de austeridad” y rezar para ser liberado de ese “mal tan peligroso” que es el consumismo, que esclaviza al ser humano y le provoca una dependencia del gasto.